El Gobierno español y el PSOE consideran que la sucesión de hitos políticos de la semana, como el debate de política general, el aval del Congreso a las medidas anticrisis y la reunión entre Sánchez y Aragonès, han cohesionado al Ejecutivo y evidenciado que la mayoría de la investidura “sigue viva”. “La estabilidad política se ha garantizado para agotar la legislatura”, afirman fuentes del Gobierno español, que aseguran que se han cumplido las expectativas que tenían para que el debate de política general fuera un revulsivo ante el año y medio que queda hasta la convocatoria de elecciones generales y tras reveses como el resultado de los comicios andaluces.

Las medidas que anunció Sánchez en ese debate, que han supuesto un giro a la izquierda, han recibido el aplauso de Unidas Podemos después de una de las etapas más difíciles de la relación entre los aliados a cuenta del gasto militar. En Moncloa se tiene la esperanza de que las diferencias vayan acompañadas de menos “decibelios”. En cualquier caso, tienen el convencimiento de que “se han disipado las dudas, si es que alguien las tenía, de que la coalición llegará hasta el final del mandato”.

Pero más allá de la lectura en clave de cohesión entre PSOE y Unidas Podemos, creen esencial que se haya evidenciado tanto en ese debate como en la aprobación del decreto de medidas para hacer frente a las consecuencias económicas y sociales de la guerra en Ucrania, o en el respaldo a la Ley de Memoria Democrática, que “la mayoría de la investidura no es historia, sigue viva”. No han faltado en esos debates las críticas y advertencias de los socios, como las que explicitaron PNV, EH Bildu o ERC, pero el Gobierno afirma que “con hechos” seguirá convenciéndolos hasta el final de la legislatura. Y espera hacerlo para que el proyecto de ley de Presupuestos Generales del Estado para 2023 supere el trámite parlamentario.

Revivir a ETA

Especial relevancia otorga Moncloa también a la reunión de Sánchez con el president catalán Pere Aragonès en la que se fijó para antes de fin de julio una nueva reunión de la mesa de diálogo. “No será una puesta en escena. Habrá acuerdos”, afirman categóricamente esas mismas fuentes. Y aunque valoran que el PP pasara del no a la abstención en la votación del decreto anticrisis, el Gobierno es muy duro contra este partido y su líder, Alberto Núñez Feijóo, “por pretender revivir a ETA por puros intereses partidistas y electorales” y por seguir “poniendo excusas para no cumplir la Constitución” y desbloquear la renovación del Consejo General del Poder Judicial y el Tribunal Constitucional.