Al estallar el escándalo del seguimiento con Pegasus las relaciones entre el Gobierno español y la Generalitat quedaron prácticamente congeladas, con un notable enfado de los de Pere Aragonès con sus interlocutores en Moncloa al tener constancia de un espionaje continuado y masivo. En el seno del Ejecutivo de Pedro Sánchez, por su parte, se vieron sobrepasados por la situación y, más allá del relevo en la cúpula del CNI, no pusieron en práctica una depuración a fondo en los organismos del Estado implicados en el ataque a los dispositivos móviles.

Sin embargo, una vez pasado cierto tiempo el ministro de Presidencia, Félix Bolaños, ha sabido mover ficha con discreción y habilidad para destensar las relaciones con el Govern y, mediante diversas reuniones con su homóloga catalana, Laura Vilagrà, las dos administraciones han logrado reconducir en parte la situación, lo que se ha plasmado en el encuentro mantenido este mediodía en Moncloa entre Pedro Sánchez y Pere Aragonès.

Esta reunión entre los dos mandatarios ha propiciado algo que hasta hace poco parecía muy difícil: reavivar una mesa de diálogo que estaba en stand by y que hasta el momento ha avanzado poco y a trompicones. La sintonía entre Sánchez y Aragonès ha sido buena en el cara a cara y, aunque no estaba en los planes iniciales concluir el encuentro con una fecha para reanudar las negociaciones, finalmente sí se ha cerrado una jornada de trabajo a la vuelta de la esquina: la última semana de este mes en Madrid.

El president y el jefe del Ejecutivo español han departido por espacio de dos horas en Moncloa, en un ambiente constructivo que ha desembocado en el acuerdo sobre la nueva fecha para la mesa de diálogo. A este encuentro de finales de mes están invitados a sumarse tanto Unidas Podemos como Junts, aunque todo apunta a que estos últimos declinarán enviar representación. Lo que sí se sabe es que ni Sánchez ni Aragonès estarán presentes en la jornada de trabajo en Madrid y delegarán en sus equipos negociadores.

No hay “normalización”

En su valoración del encuentro, Pere Aragonès ha celebrado la nueva reunión de la mesa negociadora, pero sí ha querido dejar claro que no hay por el momento una “normalización” en la relación entre ambos ejecutivos, y que esta solamente se producirá “si hay acuerdos concretos” en las próximas semanas.