Ya ha echado a rodar el primer gobierno con ultras de la democracia. Los consejeros de Castilla y León (PP-Vox) juraron ayer su cargo bajo la promesa del presidente, Alfonso Fernández Mañueco -en la imagen junto al vicepresidente Juan García-Gallardo-, de conformar un Ejecutivo “cohesionado” regido por “la ejemplaridad y la transparencia”. El número dos de la extrema derecha, Iván Espinosa de los Monteros, presumió de que sus tres consejeros, todos hombres, se seleccionaron “sin cuestión de género”.
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