- El expresidente del PP en suelo vasco abrió ayer el enésimo debate en torno al futuro más cercano de los populares en Euskadi. Alfonso Alonso, defenestrado hace dos años por Casado, se mostró partidario de abrir una nueva etapa mediante un Congreso del PP del País Vasco en el que se elija una nueva ejecutiva y se decida el proyecto que se quiere defender. Alonso, “uno más” en el partido, tal y como lo calificó recientemente el actual líder Carlos Iturgaiz en referencia a su presencia en el próximo Congreso Nacional en Sevilla el 1 y 2 de abril, abrazó la idea de participar en el debate sobre la dirección, aunque sin postularse como alternativa a Iturgaiz. Quiso ser categórico y decir que está “completamente descartado” que vuelva a presentarse a unas elecciones o regrese a la primera fila, aunque después aclaró que está a disposición del futuro líder del PP estatal, Alberto Núñez Feijóo, para hacer lo que le pida. Eso sí, insistió en que él ya “cerró” su ciclo.

Alonso, que fue desplazado de la dirección vasca tras la llegada a Génova del dirigente Pablo Casado en 2020, pide que “no se perpetúen situaciones que nacieron para ser provisionales”. Es decir, que la formación abandone la provisionalidad en la que parece haberse instalado para reforzar un mensaje que ha estado de capa caída durante los últimos años en Euskadi. Tan solo es necesario mirar el descenso de votos de los populares en la Cámara de Gasteiz para darse cuenta de que están perdiendo ritmo a pasos agigantados. En las últimas elecciones -2020- perdieron a tres de sus representantes en el Parlamento Vasco -alcanzaron 6, y dos de ellos en coalición con Ciudadanos-, llegando a los 60.000 votos, cuando cuatro años atrás -2016- lograron 9 representantes y 100.000 papeletas.

En todo caso, Alonso -contrario a tejer la coalición con C’s en Euskadi- no apuntó directamente a Iturgaiz como causante del mal momento del PP en Euskadi. Su mensaje es mucho más global. Durante una entrevista en ETB-2 ayer por la noche, el veterano político ahondó en la idea de que el problema de los populares no es solo de liderazgo, sino de equipo. Y sobre todo, del rumbo político que adoptar. “Con esto no digo si tiene que ser presidente Carlos Iturgaiz u otro presidente. Eso ya se decidirá en el proceso de ese congreso y en el mismo es muy importante no solamente las personas que se elijan, sino también el proyecto que se quiere defender, y ahí sí me gustaría participar”, agregó.

La situación del PP de la CAV es indisoluble de lo que acontece en el cuartel general de la calle Génova de Madrid. Fue allí donde se gestó la reciente caída del líder Pablo Casado y también donde este mismo gestó la caída de Alonso en favor de Iturgaiz. Un Casado al que entiende que le cueste “digerir” lo que le ha sucedido, según resumió, al intentar hacer un equipo nuevo, pero “renunciando al talento”, y el proyecto finalmente “no cuajó”. En todo caso, Alonso espera que la llegada de Alberto Núñez Feijóo a la presidencia traiga un soplo de aire fresco. Coetáneo del presidente de la Xunta y más cercano a sus tesis que a las de Casado, quien ejerciera en el pasado de exministro de Sanidad y exalcalde de Gasteiz confía en que se apueste por conformar un equipo integrador, sin caer en la tentación del “hiperliderazgo”.

“El PP no puede ser un partido de hiperliderazgos, tiene que ser un partido mucho más coral. Entonces, vamos a buscar un director de orquesta que está experimentado, que creo que es de garantía, como es Alberto Núñez Feijóo, pero él tiene la obligación de hacer un equipo”, manifestó. Alonso lanzó además un mensaje directo a Casado. El que fuera líder de los populares vascos fue defenestrado por un Casado que quería una “un PP en el País Vasco, no un PP vasco”. Ahora, con el dirigente en la rampa de salida, sería el momento ideal de celebrar un congreso en el PP vasco. Sería “lo normal”. El propio Feijóo podrá dar explicaciones más detalladas de estos movimiento este próximo viernes, en la cita que tiene con sus correligionarios en Bilbao.

- Fue sustituido por Carlos Iturgaiz antes de las elecciones vascas de 2020, un paso por las urnas que trajo un poso amargo para la formación. En resumen, debilitó al PP en Euskadi. El partido, tradicionalmente de corte fuerista, daba entonces entrada a una Ciudadanos con la que construyó coalición para unir el “espacio constitucionalista”. Pero la coalición naufragó y se quedo con 6 parlamentarios. Tras un tiempo alejado de la primera plana, hace algunos días se supo que Alfonso Alonso volvería a tomar parte en la vida del PP estando presente en el Congreso Nacional del 1 y 2 de abril en Sevilla con el que la formación confía en retomar el vuelo. Es la oportunidad de tomar una nueva vida en el PP. Fue el presidente de los populares de Araba, Iñaki Oyarzábal, quién dio a conocer la vuelta de Alonso.

Tras el premonitorio aviso lanzado por Oyarzábal, los populares vascos han vivido sumidos en la rumorología. La pugna de la dos estrategias, la que apuntaba a reforzar el apoyo histórico al hecho foral y la que abogaba por un centralismo más acusado, no se ha resuelto definitivamente. Y esas dudas han vuelto en el momento más delicado para el PP a nivel estatal, que apunta a cambiar a Casado por Feijóo. Oyarzábal ya deslizaba en la entrevista radiofónica que Alonso estaba “muy ilusionado” con la nueva etapa abierta por el dirigente gallego. Lo cierto es que es presidente de la Xunta es más proclive a las tesis de Alonso. Por ahora, y una vez caído Casado, este se ha animado a romper su silencio. Todo indica que será una pieza clave en el futuro del PP vasco. Por lo pronto, participará como compromisario en el congreso de Sevilla.

“No digo si tiene que ser presidente Carlos Iturgaiz u otro. Eso ya se decidirá en el congreso”

Expresidente del PP de la CAV