- La memoria tenía cita ayer en Arrasate, donde una sencilla ceremonia sirvió para recordar a Isaías Carrasco 14 años después desde que fuera asesinado por ETA un 7 de marzo de 2008. A dos días de unas elecciones generales. A tan solo unos metros de su propia casa.
Al acto, celebrado precisamente en el lugar donde el exedil socialista fue tiroteado, asistieron su viuda, Marian Romero, y sus tres hijos, Sandra, Ainara y Adei, así como un buen número de representantes institucionales y políticos, entre los que destacaron dirigentes y militantes de su partido como el secretario general del PSE, Eneko Andueza, el consejero vasco de Planificación Territorial, Vivienda y Transportes, Iñaki Arriola, o el delegado del Gobierno en la CAV, Denis Itxaso. Y allí, en un momento en el que muchos observan las encuestas para ver si acaso es posible un pacto desde la izquierda que dé un vuelco al tablero político vasco, el líder de los socialistas vascos volvió a marcar distancias al exigir a la izquierda abertzale que dé más “pasos” en el “recorrido ético y moral que tiene que hacer” sobre la violencia de ETA. Porque, a su juicio, esa sigue siendo su “deuda con todas las víctimas del terrorismo y la sociedad vasca”, afirmó.
Andueza destacó durante su intervención “cuánto han cambiado las cosas” desde que ETA dejó de matar. Pero si bien celebró el sideral cambio que esto supuso para la sociedad vasca, también lamentó que haya otras cosas que no han evolucionado tanto como a él le gustaría. La principal, que los sectores que la apoyaron durante décadas no hayan llevado aquel viraje del trasatlántico que propugnó Otegi ni tan rápido ni tan lejos como podía haberse esperado.
El sociómetro que el pasado viernes publicaba el Gabinete de Prospección Sociológica del Gobierno Vasco vaticina un Parlamento en el que la suma de EH Bildu, PSE y Elkarrekin Podemos lograría los 38 escaños que permiten gobernar desde la mayoría absoluta. Eneko Andueza tomó el testigo de Idoia Mendia anunciando una era de “manos libres” para alcanzar “grandes acuerdos”, siempre eso sí desde la lealtad a lo que actualmente tiene pactado con el PNV. Sin embargo, ya en enero quiso enfriar la hipótesis de trasladar al escenario vasco el juego de acuerdos que ya se teje con normalidad en el Congreso de los Diputados o en Navarra al descartar un acuerdo de “envergadura” con la izquierda abertzale dadas las discrepancias que aún mantienen respecto al reconocimiento del daño injusto causado por ETA, y dadas también las posiciones más rupturistas que la coalición mantiene en materia de autogobierno. “No queremos un procés a la vasca”, zanjó.
Por eso ayer insistió en definir como “frustrante” que “algunos quieran pasar página tan rápido” y pretendan “esconderse de un pasado”, que “les tiene que doler y les tiene que avergonzar”. En su opinión, no son suficientes los “gestos” con los que “quieren maquillar su pasado” si el “recorrido ético o moral que tienen que hacer no se ratifica con pasos”. Los socialistas siempre “serán exigentes” para que “den esos pasos”. “No porque se lo pidamos nosotros, sino porque es una deuda con todas las víctimas del terrorismo y con la sociedad vasca”, reiteró. En este sentido, Andueza se dirigió a los allí presentes para alzar su bandera asegurando que el final del terrorismo será siempre un “triunfo” que figurará en el “casillero” del PSOE. También, dijo, en el de “la ciudadanía vasca, que se puso del lado de las víctimas, de la defensa de los derechos humanos, frente a la sinrazón de aquellos que querían imponer mediante la violencia sus obsesiones soberanistas”.
Y allí, rodeado de quienes más de cerca sufrieron la pérdida de Isaías Carrasco aquella mañana de marzo, denunció la “injusticia” que a su juicio cometen quienes “utilizan a las víctimas contra los socialistas”, cuando en realidad, aseveró, su partido “siempre ha estado donde tenía que estar” y siempre seguirá en la misma posición, “defendiendo al más débil, al que sufrió, a la democracia, y a los derechos humanos”. Todo antes de apuntar, eso sí, que el PSE trabajará “mirando al futuro y construyendo convivencia”, porque “tenemos -dijo- sentido de país, amamos a esta tierra y a su gente y ahí es donde nos quiere la gente y siempre vamos a estar”.
Antes de finalizar, Andueza no quiso dejar pasar que, dentro del dolor, este año los socialistas y la familia Carrasco tienen “algo que celebrar”, refiriéndose así a la corrección de la placa en memoria de Carrasco que en su día colocó el Ayuntamiento de Arrasate y en la que desde diciembre se explica que fue asesinado por ETA. “Ahí pone la verdad”. Pone que “Isaías no murió, que a Isaías le asesinaron por defender la paz y la libertad, la democracia y los derechos humanos en este país, con valor, sin arrugarse”, apostilló, celebrando que haya quedado corregida así una redacción anterior que calificó como injusta.
Seremos exigentes.
Los gestos no bastan si
el recorrido moral no se ratifica con pasos. Están en deuda con la sociedad”
“Es frustrante que quieran pasar página tan rápido de un pasado que tiene que avergonzarles”
Secretario general del PSE-EE