El lehendakari, Iñigo Urkullu, ha asegurado este sábado que el Gobierno vasco está "preparando sus recursos de acogida y ayuda" para ponerlos "a disposición" de las posibles "víctimas exiliadas, trasterradas", de la guerra iniciada por Rusia en Ucrania.

En un homenaje en Bermeo a los hombres que durante el franquismo fueron condenados a construir el trazado ferroviario en esta localidad, Urkullu ha afirmado que es preciso "garantizar los derechos" de la población que huye de la pobreza y de las guerras y "llegan en busca de refugio".

Tras recalcar que el Gobierno vasco "condena sin paliativos el ataque militar de Rusia" a Ucrania, que representa "una violación de la legalidad internacional y un atentado contra los derechos humanos".

AISLAMIENTO INTERNACIONAL Y SANCIONES

El lehendakari ha abogado por una "estrategia de firmeza disuasoria, aislamiento internacional y sanciones efectivas" a Rusia, emprendidas "desde una acción concertada entre Naciones Unidas y la Unión Europea con el primer objetivo de detener la guerra".

Urkullu ha calificado de "absolutamente descorazonador" que en "pleno siglo XXI" asistamos a un "ejercicio dictatorial con consecuencias imprevisibles", lo que, según sus palabras, lleva a "preguntarnos con impotencia por el sentido real del derecho internacional".

El lehendakari ha considerado que, en estos momentos, representa "una exigencia" para Europa constituirse en "actor en la esfera internacional" tal y como lo fue ante el "universo multipolar que simbolizó la caída del muro de Berlín".

En este sentido, ha manifestado que la Unión Europea debe seguir constituyendo "una comunidad de valores y un espacio común de libertad" y hacerlo "también ante la imposición ilegítima" de Rusia en Ucrania con el posible propósito de "volver a un orden anterior a 1989" (cuando existía la Unión Soviética).