- Lejos de recoger el guante lanzado por Pere Aragonès para que actúe con valentía ante el conflicto catalán, o de lo contrario se encontrará pronto en La Moncloa con un gobierno de PP y Vox; Pedro Sánchez tachó ayer al independentismo de ser “una teoría política del siglo XX o del XIX, y volvió a rechazar la celebración de referéndums porque a su juicio “dividen”. Para sostener su argumentación, recurrió a que “una de las lecciones de la pandemia es que hay que integrar a todas las naciones en la Unión Europea porque en el orden internacional se necesitan grandes actores”, mientras que “disgregando” se convierte a Europa en un actor “más chico”.
Así respondió el presidente español en el Senado a una pregunta del senador de EH Bildu Gorka Elejabarrieta, quien le emplazó a abrir el “melón territorial” con fórmulas que permitan votar a la sociedad vasca y la catalana. Sánchez replicó que mientras él permanezca en el cargo apostará por la convivencia y por superar “traumas” como el de Catalunya en 2017. A su entender un referéndum solo sirve para plantear “cuestiones absolutamente binarias” que afectan a la convivencia. Apoyado en lo que él denomina agenda del diálogo, advirtió ante la petición de abrir el melón de la Carta Magna que si se quiere hablar de una Constitución, debe ser de la europea. Y de que si se habla de la española para reformarla debe ser “garantizando los elementos fundamentales de su convivencia, de su cohesión que son los que están reflejados en el título VIII y por tanto en el Estado de las Autonomías”.
Sánchez insistió en que la mesa de diálogo con el Govern se celebrará pero echó balones fuera al no fijar siquiera una fecha orientativa, poniendo en valor la reunión del próximo viernes de la comisión bilateral Gobierno-Generalitat. El socialista insistió en que la situación ahora no es la de hace cinco años y echó en cara a Junts que “echa de menos esos tiempos y de poder vivir únicamente en una Catalunya enfrentada a sí misma”. Desde la formación posconvergente, su portavoz, Josep Lluís Cleries le respondió que “Catalunya es habitable gracias a su gente, no gracias a ustedes ni al PP: su convivencia fue a golpes de porra”.
Entre tanto, la paz sigue sin llegar al mundo independentista a pesar de la llamada de Aragonès a recoser la unidad. El secretario general de JxCat, Jordi Sànchez, reclamó “explicaciones” al president sobre si ERC negoció con el Ejecutivo español la concesión de los indultos a los presos independentistas. “Aragonès lo puso sobre la mesa (en la conferencia) como si no dijera nada. Si esto es así, los negociadores de ERC deberían detallar si hubo alguna cosas. En ningún momento ni a mí ni a nadie de los que estábamos en Lledoners me dijeron que los indultos eran fruto de ninguna negociación política”, evocó. También Carles Puigdemont se dirigió al líder republicano, instándole a que respete la “estrategia política del exilio”. Precisamente, ayer el Tribunal Supremo rechazó la admisión de varias recusaciones planteadas por el expresident contra jueces como Pablo Llarena o el presidente de la Sala de lo Penal, Manuel Marchena.