El Gobierno vasco ha rebajado este martes la euforia que trasladaron las palabras de la ministra de Política Territorial, Isabel Rodríguez, sobre la transferencia de la gestión del Ingreso Mínimo Vital a Euskadi. La ministra de Pedro Sánchez llegó el viernes pasado a la comunidad autónoma con un documento que, según su equipo, suponía desbloquear un acuerdo que tendría que haber llegado en octubre de 2020 y que es clave para que el PNV no retire su apoyo al Gobierno español. Pero la consejera de Autogobierno, Olatz Garamendi, no da por zanjada la negociación porque la oferta recibida no se ajusta del todo a las premisas acordadas y ve puntos mejorables, sobre todo, para garantizar que este traspaso sea integral.

El portavoz del Ejecutivo de Urkullu, Bingen Zupiria, ha puntualizado este martes en la rueda de prensa posterior al Consejo de Gobierno que el traspaso "no está lo suficientemente claro" y habría que "trabajar más algún aspecto". Zupiria apostó por analizar la "letra pequeña" para comprobar que se cumplan las dos condiciones: que la transferencia sea integral y que lo sea por un periodo indefinido.

Las fuentes consultadas por este periódico aseguran que el apartado que requiere un mayor trabajo se refiere a la transferencia integral. Todavía queda trabajo por delante entre los equipos de expertos de ambos gobiernos. Ni siquiera se ha reunido la ponencia técnica, que es el paso previo a la Comisión Mixta de Transferencias.

El ministro de la Seguridad Social, José Luis Escrivá, planteó en un primer momento que Lanbide solo tramitara las solicitudes ciudadanas, y que fuera la Seguridad Social quien pagara la prestación social. El asunto del plazo parece que ha quedado más claro tras la propia conversación que mantuvo Garamendi con Rodríguez y que la consejera desveló en este periódico. Rodríguez asumió que la transferencia no podía realizarse por diez años prorrogables, sino que una transferencia lo es sin fecha de caducidad por propia definición.

DOS SEMANAS

El mensaje que lanza la consejería es que va a sacar chispas a la negociación hasta que se garantice un traspaso acorde con el sistema de autogobierno vasco y el Concierto Económico, sin cerrar el diálogo en falso. No obstante, como desiderátum, Zupiria confió en que pueda cerrarse en "dos semanas" en la Comisión de Transferencias, un plazo que coincide con el ultimátum lanzado por el PNV.

Zupiria comentó también que la oferta de Rodríguez llegó muy poco antes de su visita al lehendakari y no hubo, por lo tanto, demasiado margen para estudiar nada. Por otro lado, el Gobierno español no ha respondido a las tres ofertas de Garamendi sobre los servicios de meteorología, fondo de protección a la cinematografía y gestión del litoral. Tampoco hay avances sobre los trenes de cercanías.