La polémica desatada por el error en la tramitación de la Ley de Memoria Histórica podría quedar reducida a la nada y no tener mayores consecuencias. Después de que la secretaría del Consejo de Gobierno remitiera por error una versión anterior del proyecto al Parlamento Vasco, el grupo PP+C's elevó una queja y pidió iniciar todo el procedimiento desde cero. Pero la Mesa del Parlamento Vasco ha llegado este miércoles a la conclusión de que las modificaciones del nuevo texto "no son sustanciales" y las comparecencias de expertos pueden ser suficientes y válidas para informar sobre el nuevo proyecto, sin necesidad de volver a llamar a esos académicos.

Esto supone, en la práctica, rechazar la intención del PP de reiniciar desde cero el proceso, lo que hubiera supuesto una demora y ralentización importante en la tramitación de una ley que tiene por objeto reparar a los perseguidos durante la guerra civil y la dictadura. En cualquier caso, la Mesa deja la última palabra en manos de la comisión de Derechos Humanos. Pero no hay margen para la sorpresa.

En concreto, la decisión en la Mesa del Parlamento se tomó sin votos en contra y con la única abstención de EH Bildu (desde este grupo no quisieron añadir nada más ni explicar su decisión). La Mesa de la Comisión de Derechos Humanos la componen PNV (Leixuri Arrizabalaga como presidenta), Elkarrekin Podemos-IU (Miren Gorrotxategi como vicepresidenta) y el PSE (Miren Gallastegui), tres grupos que votaron a favor del dictamen de la Mesa del Parlamento. Parece que la impresión más extendida es que no tendría sentido volver a convocar a los expertos, porque los obligaría a regresar al Parlamento para volver a emitir las mismas opiniones, en la medida en que los cambios en la ley no son sustanciales.

LOS ARGUMENTOS DE LA MESA DEL PARLAMENTO VASCO

En concreto, la Mesa del Parlamento decidió "admitir a trámite (el texto), junto con la corrección de errores; remitir a la Comisión de Derechos Humanos, Igualdad y Justicia, y publicar en el Boletín Oficial del Parlamento Vasco". Acordó igualmente "remitir también a los grupos parlamentarios para su conocimiento" este acuerdo. "A la vista de este acuerdo, decae el proyecto de ley anteriormente presentado con el mismo título. La Mesa entiende que las modificaciones del nuevo texto no son sustanciales y que, por lo tanto, las comparecencias realizadas durante la tramitación del anterior proyecto de ley pueden ser consideradas suficientes para informar sobre el nuevo proyecto de ley. No obstante, se somete al criterio de la comisión competente la pertinencia o no de la realización de las posibles comparecencias", reza el acuerdo, adoptado con la abstención de la vicepresidenta segunda, Eba Blanco, de EH Bildu.

La Mesa la componen dos escaños del PNV (empezando por su presidenta Bakartxo Tejeria), uno del PSE, otro de EH Bildu y un quinto de Elkarrekin Podemos-IU.

Según el calendario que ya maneja el Parlamento para el próximo periodo de sesiones, esta comisión se reunirá los miércoles. El primero es el próximo, 2 de febrero, pero no está garantizado que vaya a ser ese día la primera cita. El proyecto se encontraba aún en fase de enmiendas.