- Sare y Etxerat se manifestaron ayer en Donostia para exigir la excarcelación de los presos de ETA enfermos “graves” tras el fallecimiento el pasado viernes, como consecuencia de una grave enfermedad, del exrecluso de la banda Antton Troitiño en el hospital de Irun. La marcha partió del Boulevar con el lema Antton tiene que ser el último. Presos con enfermedades graves a casa. La portavoz de la familia de Troitiño, Irati Aranzabal, criticó que “la cárcel, y tanto tiempo fuera de casa, en condiciones de vida muy adversas, contribuyeron a alimentar su enfermedad y el deterioro fue implacable”. Además, trasladó su “indignación” porque Troitiño “ha muerto víctima de un sistema penitenciario inhumano que solo le ha permitido salir cuando le quedaba muy poco para vivir”.
La portavoz de Etxerat Patricia Vélez lamentó que la decisión de dejar a Troitiño en libertad condicional “se demoró hasta que la situación fue ya irreversible”. “Víctima del laberinto de la Audiencia Nacional española, la administración agotó los plazos hasta que se declarase la firmeza de los autos dictados, antes de permitirle abandonar la prisión”, censuró.
“Quienes sufren graves enfermedades deben ser excarcelados sin mayor dilación para ser atendidos cuanto antes, con dignidad y el arrope de los suyos”, señalaron los organizadores del la marcha, para quienes “la crueldad de la política penitenciaria de excepción que se ha venido aplicando” a los presos de ETA se ha puesto de relieve en el caso de Troitiño.