El Ministerio de Política Territorial que lidera Isabel Rodríguez presentará mañana a las comunidades autónomas un borrador para reformar y dar impulso a las conferencias de presidentes, un formato del que Euskadi recela ya que considera que desdeña la relación bilateral y prima una multilateralidad que no es útil para la CAV.
La principal novedad en los cambios que propone el Gobierno español para estas cumbres es que Moncloa permitirá a las comunidades que convoquen el foro de motu proprio, siempre que sean al menos diez las regiones que lo deseen.
En los últimos dos años, Pedro Sánchez ha hecho bandera de este tipo de encuentros, que desde la pandemia han pasado a celebrarse cada pocos meses y con uno nuevo a la vista, previsto para principios de 2022 en la isla de La Palma.
Así, Sánchez recuperó este formato -que había quedado en desuso en las anteriores legislaturas- tras la primera etapa de la pandemia con una cumbre en Santo Domingo de la Calzada (La Rioja), para luego reeditar el encuentro un año más tarde en Salamanca.
Por su parte, Iñigo Urkullu -que siempre ha expresado sus dudas sobre estos encuentros- terminó acudiendo a las dos citas in extremis, tras arrancar mejoras económicas para Euskadi al Ejecutivo español.
En cualquier caso, después de las dos citas los temores del lehendakari se han materializado, ya que han resultado ser encuentros estériles que no se han traducido en avances o consecuencias concretas para las comunidades autónomas. Han sido más bien un espacio en el que Sánchez ha aprovechado los focos para hacer gala de un diálogo con las regiones que después ha resultado ser una cortina de humo.
Más allá de eso, el Gobierno vasco ve estas conferencias como espacios en los que se desdeña la relación bilateral de la CAV con el Estado en favor de una multilateralidad entre comunidades autónomas con competencias e intereses muy diferentes.
Al menos dos veces al año
Respecto a los cambios en el reglamento, más allá de la opción de que las comunidades convoquen el foro, contemplan también un aumento de la periodicidad de estos encuentros, que el Gobierno español quiere que se celebren al menos dos veces al año.
Otra de las novedades que recoge la propuesta del Ministerio de Política Territorial es que la convocatoria de una Conferencia incluirá el orden del día, la fecha y el lugar de la reunión; y deberá remitirse con al menos siete días naturales.
Por último, se da un impulso al Senado, ya que que se le incluye como una de las instituciones que pueden incluir asuntos en el orden del día de estos foros.