Geroa Bai celebró ayer diez años de andadura con la promesa de que el movimiento, constituido en 2011 y heredero de una tradición política de vasquismo progresista y plural, seguirá siendo clave para el futuro de Nafarroa.
En un acto con alrededor de 100 personas en la Sala de las Murallas de Baluarte, la líder de la coalición y primer cargo de Geroa Bai -el escaño en el Congreso logrado, precisamente, el 20 de noviembre de 2011- Uxue Barkos hizo un repaso de los logros del partido, “al que nadie le puede negar que en tan poco tiempo ha tenido tanto peso e influencia democrática”, pese a que “le moleste a quien le moleste”. Barkos desarrolló un discurso conciso, en el que sobre todo destacó una idea: la importancia de Geroa Bai y del espacio político que representa para llevar a la práctica los cambios que necesita la Nafarroa progresista y plural: “Mientras tengamos presencia institucional no vamos a tolerar políticas de confrontación como la que hace UPN con el euskera, y lo vamos a hacer con hechos”.
Pero también miró de puertas hacia adentro, hacia el Gobierno de 2019, que de alguna manera sigue la senda iniciada en 2015 aunque con “sinsabores”. “El cambio continúa hoy seis años después de manera firme, y seguirá así mientras exista Geroa Bai, mientras tenga fuerza”, aseveró.
Fue esa la idea principal de un discurso político que tuvo mucho de recuerdos. Los de los primeros pasos en 2011, los de la consolidación en 2015 -con el Gobierno navarro-, y los de la continuación en 2019 -con el Ejecutivo progresista junto con el PSN-. La nota dominante en todos ellos, la capacidad que ha tenido Geroa Bai para optimizar sus resultados en políticas concretas. Y, ahora, el papel que desempeña dentro del Gobierno de María Chivite: una fuerza que, con un vicepresidente y tres consejeros, marca agenda dentro de un Ejecutivo liderado por el PSN que, por momentos, puede tener tentaciones de salir del acuerdo programático en ámbitos tan sensibles como el euskera, por ejemplo. O con la importancia de reclamar una Nafarroa con más peso en decisiones estratégicas, como el autogobierno o el Convenio.
“Sin Geroa Bai pisando fuerte en el Parlamento y en el Gobierno, negociar un buen Convenio o tener más protagonismo desde Navarra para los fondos europeos sería mucho más difícil”, dijo Barkos.
Y esas políticas las quiere hacer Geroa Bai “otros diez años más”, puso como ejemplo para tratar de simbolizar que el movimiento va a seguir vivo durante décadas. Y que lo va a hacer con los mismos compañeros de viaje. Fue especialmente significativo que, en un acto en el que no salió prácticamente el tema en ninguna de las intervenciones, Barkos subrayara casi al final que estas políticas se hacen en Geroa Bai de la mano de fuerzas como “el PNV y Geroa Socialverdes”, la nueva marca con la que se han reunido muchos de los independientes y seguidores de la exdiputada en el Congreso, y que ha generado alguna tensión interna en la coalición. Discrepancias de los que no hubo rastro durante la mañana de ayer, de la que Geroa Bai salió con fuerzas renovadas para seguir siendo importante en el tablero político navarro.