- El debate de enmiendas al proyecto presupuestario de 2022 en la Comisión de Presupuestos del Congreso, que arrancó ayer a cara de perro por los cientos de vetos a las iniciativas de los partidos por parte del Gobierno español, se atemperó un tanto a medida que se producían las intervenciones. La razón es el anuncio del PSOE de que levantaba dicho veto a tres iniciativas de JxCAT y dos de ERC, formaciones que se integran en los denominados partidos de la investidura de Pedro Sánchez, y cuyo apoyo buscaría el Ejecutivo de coalición para amarrar la aprobación de las Cuentas de 2022.
No obstante, está por comprobar el verdadero alcance de este guiño de los socialistas, toda vez que las enmiendas amnistiadas tienen escaso empaque. En el caso de las de Junts se caracterizan además por un carácter netamente simbólico, ya que incluyen la celebración del centenario del Passeig de Gràcia y de los mil años de existencia del Monasterio de Montserrat, a lo que se añade la construcción de una piscina.
Buena muestra del contraste entre lo ofrecido en la primera jornada del debate y las prioridades “históricas” de Junts es que la portavoz de este grupo en el Congreso, Miriam Nogueras, citó entre estas últimas el traspaso del servicio de cercanías, de los puertos y aeropuertos, la prejubilación de los Mossos d’Esquadra y la publicación de las balanzas fiscales españolas, este último punto encaminado a demostrar el saldo negativo para Catalunya en lo que al reparto de fondos se refiere.
Objetivos todos ellos muy alejados, por tanto, de lo que se pudo visualizar durante una vertiginosa sesión que arrancó en torno a las 13.00 horas y concluyó mucho antes de la hora prefijada para la votación de los puntos del día, las 20.00 horas. En parte, debido a unos turnos de intervención fijados en tres minutos, lo que provocó que muchos portavoces renunciaran a hablar. El representante de ERC, Joan Margall, al que le tocaba después de Nogueras, se limitó a decir que daba sus postulados por defendidos.
El Gobierno también dirige señales a la formación republicana, como demuestra el hecho de que, en la negociación de la nueva Ley Audiovisual, que debe garantizar la presencia de lenguas cooficiales en plataformas como Netflix, le ha planteado que se dirija más hacia los incentivos que hacia una cuota de participación de las lenguas. Así lo señalaron fuentes parlamentarias citadas por Efe en referencia a unos contactos “discretos” entre ambos partidos.
Este debate ha comenzado, por tanto, con las espadas en alto por la decisión del Gobierno de vetar más de 900 enmiendas de las 5.280 que han registrado los grupos. De las mismas, unas 820 han sido cepilladas en un primer oficio, a las que ayer se sumó otro centenar y algunas decenas adicionales han sido inadmitidas por recomendación de los letrados del Congreso. El portavoz del PP, Víctor Píriz, criticó que el gabinete de Pedro Sánchez “veta inmisericordemente” enmiendas de su grupo, casi 500, porque suponen “una alternativa”. Cargó además contra unos Presupuestos que calificó de “falsos, mentirosos y tramposos”.
“Están actuando de forma absolutamente injusta y esperamos que rectifiquen”
Diputado del PDeCAT
“El autodenominado Gobierno más progresista ha vetado enmiendas sociales”
Portavoz de Ciudadanos