- “Lo pasado, pasado está”, afirmó ayer la presidenta del Comité de Derechos y Garantías del PP, Andrea Levy, tras la hecatombe que vivió el partido la víspera al ser condenado como responsable civil por acometer obras en su sede en Génova con dinero en negro en 2007. Sin embargo, esta apelación al pasado para esconder bajo la alfombra los casos de corrupción que vienen atenazando a los populares no fue tal en fechas bien recientes, durante la Convención Nacional itinerante del partido que arrancó el pasado 27 de septiembre en Santiago de Compostela, y en la que tuvieron un papel estelar los expresidentes del PP y del Gobierno español José María Aznar y Mariano Rajoy.
Cabe recordar que, en la condena del 24 de mayo de 2018 al PP por lucrarse con la trama Gürtel, la Audiencia Nacional puso en solfa la credibilidad de Rajoy en su declaración como testigo, al tiempo que acreditó la existencia de una caja B en Génova. El tribunal insistió en esta contabilidad paralela en la sentencia que se difundió el jueves sobre las obras en la sede de la formación, que se ejecutaron entre 2005 y 2010, y tras la que el PP optó por mantener un mutismo absoluto. El partido siguió así la doctrina establecida el pasado mes de febrero por su actual presidente, Pablo Casado, de no hacer mención a estos temas, coincidiendo con el inicio del juicio del que se acaba de conocer el fallo.
Ayer ya hubo voces que se refirieron a esta cuestión, aunque fuera de manera sucinta. El argumentario distribuido entre los populares emplazaba a asegurar que “a nadie le cabe duda del compromiso de Pablo Casado en la lucha contra la corrupción”, y ese dictado fue seguido por el vicesecretario de Comunicación, Pablo Montesinos, y por el portavoz estatal y alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida. Se trataba, de nuevo, de una forma de tratar de romper amarras con el pasado, pese a lo escenificado en su reciente Convención Nacional.
Mientras, la pugna entre la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, y la dirección estatal del PP para adelantar en la medida de lo posible la celebración del Congreso Regional subió ayer varios enteros. Tras la reunión del PP madrileño, Ayuso exhibió sus apoyos para que ese cónclave, en el que aspirará a presidir el partido a nivel regional, se celebre antes de marzo. El presidente del PP en esa comunidad, Pío García-Escudero, se comprometió a trasladar esta petición a la dirección estatal, que hasta ahora se ha limitado a señalar que el congreso será en el primer semestre de 2022.