- Una vez más, un ministro tendrá que empaquetar sus papeles y su material de oficina en una caja para cambiarse de despacho en el área de Política Territorial. Ese Ministerio no se está caracterizando por la estabilidad interna. Desde que el Gobierno español de Pedro Sánchez presentó en enero de 2019 un calendario de transferencias para cumplir el Estatuto de Gernika en su negociación con el Ejecutivo vasco, han ocupado esa cartera cuatro ministros sumando la nueva incorporación, Isabel Rodríguez, desde hoy mismo. La cifra se eleva a cinco si se tiene en cuenta el periodo en funciones del ministro de Agricultura, Luis Planas, una llegada por accidente y en un ínterin entre dos elecciones generales donde no llegó a haber siquiera una negociación política sobre los traspasos. Estos cambios se han producido también con una negociación abierta en Nafarroa. La cadena de relevos supone que hayan pasado por ese despacho cinco ministros en tan solo dos años y medio desde ese calendario.
El Gobierno Vasco ha defendido todo este tiempo que, si hay voluntad política al máximo nivel en el presidente Sánchez, el cambio de las personas al frente del Ministerio no tiene por qué suponer una interferencia. Lo que sí puede producirse es una demora por el constante trajín en esa cartera, el papeleo y el relevo ordenado entre ministros, que necesitan un tiempo de adaptación para aterrizar en sus nuevas funciones. Ahora realizarán ese cambio en verano, un periodo que tampoco prometía ser muy fructífero y que puede minimizar el impacto de ese cambio de carteras, que quizás se hubiera notado más al inicio del curso político en septiembre. Además, tienen un equipo de funcionarios a su servicio, que son los que llevan meses trabajando cada traspaso y en principio garantizan que no haya ruptura en el proceso, aunque siempre hay resistencias entre ellos. Ahí surge de nuevo la idea de que la voluntad política debe imponerse y es la clave.
Con Iceta, que solo ha ocupado la cartera medio año, se han firmado cuatro traspasos, como el histórico de las prisiones. Nafarroa ha cerrado la sanidad penitenciaria, la primera materia desde 2001 y en veinte años. Espera el traspaso de Tráfico y el Ingreso Mínimo Vital, un acuerdo que también aguarda Urkullu. En la comunidad autónoma vasca, el cómputo global desde la llegada de Sánchez asciende a nueve materias, tres de ellas con Darias, que tampoco se perpetuó en el cargo. No obstante, es evidente que el calendario no se ha cumplido, ya sea por este factor o por las dificultades propias de este diálogo, las repeticiones electorales, el coronavirus o el convencimiento del Gobierno PNV-PSE de que las competencias deben amarrarse bien y no con contenido a la baja.
El calendario lo alumbró Meritxell Batet, después convocada para presidir el Congreso de los Diputados; Luis Planas ocupó su cargo en funciones en el periodo electoral que se abrió tras la caída de los Presupuestos de Sánchez y la negociación fallida de la coalición de gobierno con Unidas Podemos; Carolina Darias tomó el testigo hasta que se produjo el baile de sillas por la candidatura catalana de Salvador Illa, y Miquel Iceta ha desempeñado el cargo hasta la anunciada remodelación total del Gobierno de Sánchez, que supondrá la entrada de Isabel Rodríguez.
Iceta estaba sondeando al Gobierno vasco sobre cuatro nuevos traspasos y se proponía que la Comisión de Transferencias se reuniera cada seis meses, de manera que correspondería convocarla otra vez antes de que terminara este año. Explicó en una entrevista concedida a DNA que era posible avanzar sobre el traspaso de las líneas de trenes cercanías que quedan sin transferir, la ordenación del litoral que ya aparece en los estatutos de otras autonomías que han podido reformar su texto en los últimos años (este planteamiento había sido reiterado de manera informal en conversación con el Gobierno Vasco), y el Ingreso Mínimo Vital. En su visita anterior a Bilbao para firmar el traspaso de prisiones, había mencionado la inmigración para que Euskadi ejecute la legislación en los permisos de trabajo, inspección y sanción, e integración, entre otras cuestiones. Isabel Rodríguez dará el salto desde la Alcaldía de Puertollano al Ministerio sin que, en principio, suponga un viraje en la política territorial de Sánchez, quien en ningún momento vinculó la remodelación de su gabinete a un cambio de rumbo político.
El gesto del PNV, y también del propio socialismo vasco, se vuelve a torcer cuando se mira hacia la puerta de otro despacho: el del ministro de la Seguridad Social, José Luis Escrivá, que sigue frenando el traspaso completo del Ingreso Mínimo Vital y continúa en el Ejecutivo español. Plantea que la Seguridad Social ejerza el control de los pagos y los autorice. Nafarroa también tiene pendiente este traspaso, que fue pactado por el PNV con el Gobierno español en el decreto 20/2020 en el Congreso de los Diputados. Además, Nafarroa quiere que se concrete la transferencia de Tráfico, sometida a una agresiva campaña de la derecha española que ve detrás un intento de expulsar a las fuerzas de seguridad estatales de la Comunidad Foral y, muy en concreto, a la Guardia Civil. Es una lectura reduccionista, porque las fuerzas de seguridad estatales seguirían desempeñando labores de control de fronteras o extranjería, entre otras cuestiones. Además, existe la opción legal de que los guardias civiles que se encargan del tráfico tengan mecanismos para integrarse en la Policía Foral navarra.
El Gobierno Vasco, primero con Josu Erkoreka y después con Olatz Garamendi, ha pactado con Sánchez dos líneas de tren por sentencia del Tribunal Constitucional, y la AP-68 (con Batet); productos farmacéuticos, seguro escolar y ayudas previas a la jubilación en empresas en ERE (con Darias); y la gestión de las prisiones, el transporte por carretera, el código bibliográfico ISSN y el edificio sede del Distrito Marítimo de Ondarroa (con Iceta). Quedan otras 27 transferencias, entre las que destacan algunas de gran envergadura como los puertos, los aeropuertos o la codiciada gestión del régimen económico de la Seguridad Social. Sobre ese último traspaso, son malos augurios el colapso en la negociación del Ingreso Mínimo Vital o la autosuficiencia que ve el PNV en el ministro Escrivá a la hora de gestionar la reforma de las pensiones. En algunos ámbitos presagian que el diálogo se va a intensificar para hacer realidad un acuerdo sobre el IMV en otoño.
Pacta sanidad penitenciaria y espera otras dos. El Gobierno foral de María Chivite ha pactado con el Gobierno español la primera transferencia desde 2001, la sanidad en las prisiones. Además, esperaba que antes de que acabara este año se plasmase el acuerdo sobre la transferencia de Tráfico. Está pendiente también la transferencia del Ingreso Mínimo Vital, que formaba parte del acuerdo que el PNV arrancó al Ejecutivo de Pedro Sánchez en el decreto 20/2020. En ese caso, el freno viene particularmente del Ministerio de la Seguridad Social de José Luis Escrivá, que se mantiene en el cargo y ha propuesto hasta la fecha una transferencia a la baja que reserva el control del pago a la Seguridad Social.
Calendario. El Gobierno español, cuando Meritxell Batet se encargaba del Ministerio de Política Territorial, entregó un calendario de transferencias al Ejecutivo vasco en enero de 2019. Batet fue convocada después para presidir el Congreso de los Diputados y le tomó el relevo como ministro en funciones Luis Planas. Sería sustituido por Carolina Darias. Más tarde, Darias pasó a Sanidad y fue reemplazada por Iceta, ahora sucedido por Isabel Rodríguez.