- Pedro Sánchez se dio ayer un baño de masas en el Comité Federal del PSOE y destacó la “valentía” de su partido, a quien instó a asumir el “diálogo” con Catalunya, por haber dado el primer paso para la convivencia concediendo los indultos a los presos soberanistas y jactándose de que “ya se empiezan a notar los efectos positivos”. “Poco a poco la serenidad empieza a imponerse sobre el ruido interesado, el debate sustituye al relato demagógico o emocionalmente rotundo de algunos representantes políticos, las mesas petitorias dejan espacio a los argumentos, que se agradece ¿no?”, valoró el líder socialista, que equiparó esta medida de gracia con el paso que se dio cuando se aprobó el matrimonio homosexual. Sánchez afirmó que esa es la “forma honesta de patriotismo” que tiene el PSOE, que “siempre ha amado a España”. “Es la gran diferencia que tenemos con otras formaciones políticas”, sentenció, al tiempo que advertía a los independentistas que una de las lecciones de la pandemia es que el mundo es interdependiente y que la “independencia es del siglo pasado”.
No tardó en responderle Pablo Casado. El líder del PP señaló que los “efectos” de los indultos es que los “golpistas” ya se reúnen “con el “jefe” Puigdemont en Waterloo, donde se han encontrado “los indultados golpistas con quien dice que España es un país autoritario”, sostuvo en el acto de clausura del XV Congreso del PP de la Comunidad Valenciana, donde se eligió como presidente del partido en ese feudo a Carlos Mazón. Casado adelantó que tampoco apoyarán la reforma de la Ley de Seguridad que prepara el Gobierno, refiriéndose a la propuesta de forma despectiva, calificando como “la mili de Sánchez” la posibilidad de que los mayores de edad sean llamados a la realización de las “prestaciones personales” que se les exijan cuando se declare en España un estado de crisis. “Presentan una ley de la mili, pero sigue sin haber una ley de pandemias”, criticó.