- Por primera vez, magistrados de uno de los altos órganos de la Justicia del Estado español han mostrado su disconformidad con la sentencia del Supremo que condenó a los líderes del procés a penas muy elevadas por delitos de sedición. Se trata de Juan Antonio Xiol y María Luisa Balaguer, los dos jueces del Tribunal Constitucional que la semana pasada se desmarcaron de la mayoría del órgano y emitieron votos particulares en el auto que rechazó la petición de amparo del exconseller Jordi Turull.

Ayer se conocieron los argumentos de estos dos jueces en sus votos particulares, en los que se muestran favorables a avalar el amparo de Turull y aseguran que la condena a 12 años de prisión por sedición para el exconseller en 2019 fue “desproporcionada”.

A su juicio, el Constitucional debería haber estimado el recurso de amparo presentado por Turull por vulneración del derecho a la legalidad sancionadora, a los derechos a la libertad personal, a la libertad ideológica y a la de reunión.

“La gravedad de los hechos enjuiciados en la instancia no se cuestiona en ningún momento. Pero hubiera sido necesario tener en cuenta las dudas técnicas que el recurso al tipo penal de sedición suscita en este caso”, subrayan los jueces progresistas Xiol y Balaguer en un voto particular en el que discrepan de la sentencia con la que el Constitucional rechazó el recurso de amparo de Turull por una mayoría de siete votos a favor y dos en contra.

De esta manera, los dos magistrados del Tribunal Constitucional elogian en su voto particular la calidad técnica de la sentencia del Supremo, pero creen que habría sido posible imponer otras penas en línea “con una interpretación abierta del principio de legalidad y en sintonía con la que está presente en el ámbito de la cultura jurídica común de los países de la Unión Europea”.