- Esquerra apremia a Junts a cerrar un pacto que permita investir a Pere Aragonés pero los posconvergentes siguen manejando los tiempos y pidiendo que no se especule con las fechas. “No hay ni un solo escollo que evite un acuerdo ahora, es plenamente posible, no hay motivos para esperar”, repitió la portavoz republicana, Marta Vilalta, sin entender tanta dilación y convencida de que “un buen acuerdo no es incompatible con un acuerdo rápido”. Desde Esquerra sí que manejan fechas. De hecho, la que ansían es la del 23 de abril, día de Sant Jordi, y marcando el siguiente plazo antes del 9 de mayo aunque el margen antes de forzar nuevas elecciones sea el 26 del próximo mes.
El 9-M no es baladí, ya que se trata del momento en el que Pedro Sánchez tiene pensado liquidar el estado de alarma, y ERC pretende contar para entonces con un nuevo Govern que disponga de “todas las herramientas” en la gestión de la pandemia.
Desde JxCat, su vicepresidenta y portavoz, Elsa Artadi, admitió que “no hay escollos y todavía menos insalvables”, pero precisó que el problema es pasar de las “ideas generales a concreciones”. “El acuerdo debe ser lo más detallado posible para que una vez iniciado el nuevo Govern no haya trabas” como los continuos choques entre socios de la pasada legislatura. En el intercambio de documentos planean las políticas concretas en todos los ámbitos sectoriales del Ejecutivo. De hecho, Artadi recalcó que son textos “mucho más amplios” que el acuerdo de investidura entre ERC y CUP, que desde Junts insisten en que no les vincula. JxCat busca además la implicación personal de Aragonès.