- El PNV ha celebrado la aprobación de los segundos Presupuestos de la legislatura en Navarra, porque aportan estabilidad al Gobierno liderado por la socialista María Chivite y del que forman parte los propios jeltzales a través de la coalición Geroa Bai. El cambio progresista y transversal que impulsó en la anterior legislatura el gabinete de Uxue Barkos, y que ha tenido al socialismo como última incorporación, parece consolidarse, pero hay una nota en esa partitura que comienza a desafinar en los oídos del PNV. Tan solo un día antes de la aprobación de las Cuentas con la abstención de EH Bildu y la actitud beligerante y sin concesiones de Navarra Suma, el PSN alcanzaba un acuerdo presupuestario con la derecha en el Ayuntamiento de Pamplona. El PNV espera que sea una simple anécdota, pero tampoco quiere despreciar o minusvalorar lo sucedido porque, aunque se limite a Iruñea, en realidad no es un episodio aislado en el municipio, y viene precedido por otros acuerdos entre el PSN y Navarra Suma en la capital. Está desembocando en la práctica en cierta cobertura o estabilidad para el alcalde Enrique Maya. Se mantendrá “ojo avizor” para que no se produzca una marcha atrás en el cambio en la comunidad foral.
El presidente de la ejecutiva jeltzale en Navarra, Unai Hualde, celebró el jueves en Onda Vasca la aprobación de los Presupuestos en el Parlamento navarro, pero añadió que “lo que choca es que hay una sensación de que al PSN hay que estarle permanentemente con el akuilu para que no vuelva al antiguo régimen”. “Es la foto que vimos en el Ayuntamiento de Iruñea. Ya hemos vivido a lo largo de esta legislatura episodios en los que el PSN ha tenido la tentación de volver a los años de entendimiento con la derecha. Sucedió en 2019, tras la negociación de los ayuntamientos. El propio Enrique Maya es alcalde porque el PSN no posibilitó una alternativa progresista. En Pamplona lo hemos visto también en la aprobación de una modificación de la ordenanza del euskera en sentido restrictivo a la que el PSN se sumó”, enumeró. Por ello, aseguró que el PNV tiene que estar permanentemente “ojo avizor” para que línea política progresista “no tenga vuelta atrás”. A su juicio, todos estos movimientos confirman de facto que el PSN va a posibilitar el gobierno de Enrique Maya en Pamplona. “Es un giro inquietante hacia esquemas que creíamos superados”, avisó, aunque dijo esperar que sea “una anécdota” y llamó la atención sobre la “incoherencia” que supone.