- Moncloa quiso rebajar ayer los decibelios mediáticos que provocó la discusión tensa entre la ministra portavoz, María Jesús Montero, y el vicepresidente segundo, Pablo Iglesias. Una imagen en uno de los salones del Congreso que el pasado miércoles escenificó las diferencias entre los socios de gobierno a cuenta de asuntos como los desahucios, la subida del Salario Mínimo Interprofesional, el corte de suministros de luz y agua, o la monarquía. El ministro de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, José Luis Ábalos, quitó hierro a la escena: “No me preocupa que haya un vivo debate. Eso depende de la pasión que le ponga cada uno a sus temas”.
El dirigente del PSOE señaló que “forma parte de la habitualidad” dentro de cualquier gobierno fruto de los debates entre las distintas áreas del Gobierno. “Conociendo especialmente a la ministra de Hacienda y de alguna forma también al vicepresidente, pues esto es lo que de normal hacen, solo que retratados”, indicó Ábalos, para quien este tipo de conversaciones subidas de tono sobre posiciones enfrentadas son habituales también entre miembros del mismo partido.
De hecho, evocó al Gobierno del PP dirigido por Mariano Rajoy con enfrentamientos “mucho más sonados” al recordar que la vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, tuvo “desavenencias notables” con otros miembros del Ejecutivo, “que se expresaban incluso en sillas vacías” en referencia a su desencuentro con María Dolores de Cospedal. “Lo preocupante sería que hubiera animadversión, rechazos, gestiones estancas”, confesó el ministro.
En este contexto, el decreto antidesahucios irá al Consejo de Ministros del próximo martes si se resuelven los últimos flecos pendientes sobre esta medida, referentes a la compensación a los grandes tenedores de vivienda. Hay ministros que dan por hecho el acuerdo, como Yolanda Díaz. “Vamos poquito a poco avanzando, como todo gobierno de coalición de Europa”.