El portavoz de ERC, Gabriel Rufián, ha alertado en el Congreso de los Diputados de un golpismo que busca frenar el cambio y el avance y que a su juicio no se hace con tanques y militares, sino con "periodistas y digitales" que generan miedo e incertidumbre a la clase trabajadora.
"Hoy las togas y los sables vuelven a murmurar en los reservados de los restaurantes de la corte", ha asegurado Rufián, que ha censurado el nuevo juicio al dirigente de Bildu Arnaldo Otegi por el caso Bateragune, tras cumplir seis años de condena por una sentencia anulada ante un fallo del Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH).
Para Rufián, la repetición del juicio es "simplemente la opinión de parte del poder judicial en torno a los presupuestos generales del estado".
En su intervención, tras la comparecencia del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, para rendir cuentas sobre el estado de alarma, Rufián ha defendido que subestimar el golpismo y el fascismo es "mal negocio".
"No son cuatro fachas locos en un chat. ¿El chat de los militares filtrados sería muy diferente al chat de los magistrados de la sala segunda del Tribunal Supremo? Espero que nunca se filtre, o sí", se ha preguntado aludiendo al juicio a los dirigentes del "procés".
2020 no es 1981, ha agregado Rufián, quien cree que ahora los golpes de estado se hacen con "periodistas y digitales". "Primero el peligro fue vivir como Venezuela, después que te robara un mena, después ir a por el pan y que te ocupara la casa un okupa y ahora que te gobierne la ETA, así de poderosos son", ha exclamado.
Después, en su turno de réplica, el portavoz de ERC ha reprochado al líder del PP, Pablo Casado, que hable de "revanchismo" cuando s se trata de buscar a víctimas del franquismo en la cuneta y de "deber moral" cuando se trata de las recordar a las víctimas de ETA. "Por qué clasifican a los asesinados en función de sus ideas", ha preguntado Rufián a Casado.
Y también se ha dirigido a la ministra de Defensa, Margarita Robles, para pedirle que no se tome "a broma" las manifestaciones "nazis" de muchos militares. "No es nostalgia, es el fascismo organizándose", ha dicho.
Y ha alertado de que "el golpismo lo tiene más fácil que nunca", con "una pandemia y un brazo político con 52 diputados en el Congreso", en alusión a Vox.
Además, se ha preguntado por qué un trabajador precario de Cornellá votará a la formación de Santiago Abascal. "Cuando no entiendes nada, no te explican nada o te lo explican mal, es más sencillo entender un himno que un desahucio", ha defendido Rufián.
Y es que, ha argumentado, "cuando te suenan las tripas" no escuchas las del otro o piensas que no le suenan "sobre todo si es de otro color, de otro país y de otro género".
Rufián ha pedido más ambición al Gobierno y ha advertido de que no se pueda gobernar "simplemente a través de la suma de los espantados por la alternativa", de los "espantados por el golpismo y el fascismo"
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En vísperas de las elecciones catalanas, Rufián ha rechazado la política a martillazos y ha ironizado: "Mientras el independentismo de derechas platónico y narcisista ataca por el pasado al independentismo de izquierdas, Iceta acaricia un gato. A Belén rogando y con el Twitter dando".