- Iñigo Urkullu imprime un marchamo gestor a su nuevo gobierno incorporando a consejeros técnicos y bregados en la gestión para afrontar la legislatura del covid. Mantiene el número de consejeros y a buena parte de los pesos pesados de su gabinete anterior, pero incluye cinco nuevos rostros en un equipo que tendrá dos vicelehendakaris, Josu Erkoreka e Idoia Mendia, y un total de once consejeros, ocho del PNV y tres del PSE, cinco son mujeres y seis hombres. Urkullu tomó posesión de su cargo como lehendakari, por tercera vez, bajo el árbol de Gernika. Sin embargo, el tradicional acto nada tuvo que ver con los dos anteriores, ya que se ha desarrollado bajo estrictas medidas de seguridad y prevención debido a la pandemia del covid-19.
El lehendakari refuerza su capacidad de gestión ante los duros tiempos que se avecinan por las consecuencias de la pandemia e incorpora a profesionales bregados en la negociación y en la gestión. Los refuerzos en la parte del PNV son personas de su confianza o de su entorno próximo. En el carril del PSE, se ha puesto el acento en el perfil político, ya que de las tres consejerías dos son ocupadas por la número 1 del partido, Idoia Mendia, y su segundo, Iñaki Arriola. En líneas generales es un gobierno continuista pero el organigrama anunciado por el lehendakari poco después de jurar su cargo como lehendakari en la Casa de Juntas de Gernika presenta novedades e incluso alguna sorpresa, como el nombramiento de Gotzone Sagardui como consejera de Salud. La hasta ahora concejala en el Ayuntamiento de Bilbao y mano derecha del alcalde Juan Mari Aburto toma el relevo a Nekane Murga y será la encargada de llevar las riendas de la lucha sanitaria contra la pandemia del coronavirus.
La designación de Olatz Garamendi para la cartera de Autogobierno y Gobernanza Pública ha pillado por sorpresa en medios políticos y mediáticos. No figuraba en ninguna de las quinielas de los últimos días a pesar de su amplio bagaje institucional y de su reconocida labor como viceconsejera de Educación en los últimos cuatro años. Asume las atribuciones hasta ahora en manos de Josu Erkoreka y llevará las riendas de la comisión mixta de transferencias en un momento decisivo en el que se va a acometer las negociaciones para hacer efectivo el traspaso a Euskadi de una treintena de competencias pendientes, entre ellas Prisiones y la gestión económica de la Seguridad Social.
Erkoreka, por su parte, dejará la portavocía del Ejecutivo y asume la vicepresidencia primera, con lo que refuerza el peso político del gobierno y va a jugar un papel importante en esta nueva etapa en el que la "gobernanza colaborativa" que pretende Urkullu con el resto de instituciones y sobre todo con el Gobierno español. También asume el departamento de Seguridad, hasta ahora en manos de Estefanía Beltrán de Heredia, que tras ocho años en el cargo empezará una nueva etapa como senadora autonómica.
La segunda vicepresidencia será para Idoia Mendia, que además asumirá una consejería de mucho peso social, Empleo y Trabajo. La secretaria general del PSE ha decidido romper con la bicefalia del partido y ha reclamado un lugar destacado en el ejecutivo para poder visibilizar la presencia de su partido y ganar influencia dentro del gobierno. Su papel puede ser relevante en las relaciones entre el Gobierno Vasco y el Ejecutivo de Pedro Sánchez. Arantxa Tapia seguirá al frente del Departamento de Desarrollo económico y le vuelve a tocar pilotar la reconstrucción económica tras la devastadora situación generada por el covid. Se mantiene como una de las referencias fundamentales del gobierno de Urkullu y gana en atribuciones ya que incorpora a su departamento Medio Ambiente. Esta área se desgaja de la consejería de Iñaki Arriola y pasa a manos de Tapia, que buscará un impulso a todo lo relacionado con eficiencia energética.
Arriola mantiene Vivienda y Planificación Territorial y añade a sus competencias la de Transporte. El tercer consejero socialista es Javier Hurtado y se encargará del departamento de Turismo, Comercio y Consumo. Los socialistas mantienen este departamento pero los equilibrios territoriales han forzado la salida de la consejera Sonia Pérez, en favor del hasta ahora diputado alavés de Infraestructuras.
Tampoco continuará Cristina Uriarte al frente de Educación y su lugar será ocupado por Jokin Bildarratz. El portavoz del PNV en el Senado deja Madrid para hacerse cargo del sistema de enseñanza en un momento complicado por la pandemia y con los sindicatos del sector en pie de guerra y blandiendo la huelga para el día 15 de este mes. Su experiencia en el Senado, así como su cualificación profesional en la enseñanza, donde ejerció como profesor y director de una ikastola, para reducir la conflictividad en el sector.
Urkullu no ha tenido ninguna duda en mantener la cartera de Cultura y Política lingüística para ahorrarse un departamento, consciente de la importancia de esta área y de las necesidades del sector gravemente acuciado por la crisis. Sigue el departamento y también continúa su titular, Bingen Zupiria, que ahora será además la voz del Gobierno Vasco y ejercerá de portavoz.
Pedro Azpiazu mantiene la confianza de Urkullu para llevar el departamento de Economía y Hacienda, y también mantiene a Beatriz Artolazabal, que ya no se encargará de Empleo, pero que añadirá a Políticas Sociales, las atribuciones de Igualdad y Justicia. Esta última va a ser muy relevante porque se encargará de la gestión de las prisiones vascas una vez que sean transferidas por el Gobierno español a Euskadi.