"Es la primera pieza de todo un proyecto educativo que va a tener un gran impacto transformador en el sistema educativo español, que se fundamenta en la excelencia y en la equidad". Así describió Isabel Celaá la reforma educativa aprobada por el Gobierno español. La nueva Lomloe derogará la Lomce, conocida como ley Wert , aprobada en el 2013 por el Partido Popular, y que era a su vez una reforma de la LOE.

El Gobierno español aprobó esta norma en Consejo de Ministro, por primera vez, en febrero de 2019, justo antes de la disolución de las Cortes por la convocatoria de elecciones para abril de ese mismo año. En marzo de 2020, el nuevo Ejecutivo de coalición volvió a darle luz verde y, ahora, pasará su primer examen en la Cámara baja.

Entre los objetivos de esta ley, según ha explicado la ministra, está evitar la "segregación del alumnado por razones socioeconómicas o de cualquier otra naturaleza", extender la Educación Infantil de 0 a 3 años, eliminar los itinerarios impuestos en Secundaria por la actual ley del PP, la LOMCE, devolver poder de decisión a los Consejos Escolares, fomentar la Formación Profesional, introducir el desarrollo sostenible en las aulas y transformar el actual currículo, que considera demasiado "enciclopédico y memorístico".

La Ley Orgánica de Modificación de la LOE (LOMLOE), más conocida como 'ley Celáa', afronta su primer debate en el Pleno del Congreso, en el que PP, Vox y Ciudadanos reclamarán la devolución del texto al Gobierno español. El texto impulsado por la ministra de Educación y FP, Isabel Celaá, ha sido muy criticado por estas tres formaciones que le acusan de no consensuar el contenido, ni con la oposición, ni con la comunidad educativa. Además, la formación que preside Santiago Abascal cree que la ley es "demagógica".

RELIGIÓN, CONCERTADA Y COLEGIOS ESPECIALES

Pero las principales polémicas de esta iniciativa se han desatado con la asignatura de religión, que ya no tendrá "asignatura espejo" ni será evaluable, los colegios concertados, a los que se les retira el criterio de "demanda social" y los colegios de educación especial, para los que el Gobierno español se da un plazo de 10 años para integrarlos en la red ordinaria. La petición de devolución del texto del PP se basa en que la norma "adolece de del consenso que los ciudadanos están reclamando" a la clase política en esta materia y señala que el Ejecutivo no ha informado de su contenido, por ejemplo, al Consejo de Estado, algo que siempre se ha llevado a cabo en estos trámites, según explica.

Estos son algunos de los puntos más destacables de la Ley Celaá:

  • Profesorado. Desde el momento en que un profesor se incorpora a un centro, será acompañado por un tutor durante el primer curso académico. Será una especie de MIR, en el que se formará al profesorado para educar "de forma competencial".
  • Currículum. Propone redefinir los objetivos del currículum, de contenidos a competencias, y devuelve a las comunidades autónomas la libertad de definir una parte del contenido. Así, las comunidades con lengua oficial podrán decidir el 45%, frente al 35 % del resto de comunidades.
  • Medidas para frenar la tasa de repetición. Por un lado, en primaria eliminará la posibilidad de que los alumnos puedan repetir en cada curso. De esa forma, solo se podrá repetir curso al final de cada etapa (segundo, cuarto y sexto). Además, los estudiantes que suspendan más de dos asignaturas en la ESO podrían pasar de curso si el profesorado lo considera oportuno. En bachillerato se podrá conceder el título con una asignatura suspensa, también de forma "excepcional".
  • Becas. Se eliminan requisitos académicos por encima del aprobado, y se priorizarán los motivos económicos para dar las becas.
  • Centros concertados. Pretende eliminar el principio de demanda social. Los colegios concertados no podrán ampliar sus plazas aunque reciban más demanda si hay plazas para escolarizar a los alumnos en los centros públicos. Además, los colegios mixtos tendrán prioridad a la hora de recibir las subvenciones frente a los centros que segreguen al alumnado por sexos.
  • Religión. Será de oferta obligatoria para los centros pero voluntaria para el alumnado. No será una materia evaluable. Además, a diferencia de lo que ha ocurrido hasta ahora, el alumnado que no escoja Religión no estará obligado a matricularse en una "asignatura espejo".
  • Educación. antes de los 3 años. Se tratará de garantizar la educación anterior a los tres años.
  • Evaluaciones. Se eliminan las reválidas y se mantienen las evaluaciones en 4.º de primaria y 2.º de la ESO.