- La oposición exige a la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, que dé explicaciones sobre el apartahotel en el que se aloja desde que se inició la pandemia, ya que consideran que podría haber incurrido en "un presunto delito de cohecho". Según publica la revista Vanity Fair, el inmueble donde la dirigente del PP está instalada desde el pasado 16 de marzo es una suite de lujo propiedad del empresario hotelero Kike Sarasola, con un precio de mercado de unos 200 euros al día y que, según indicaron fuentes del Gobierno regional, "no ha generado ningún coste para las arcas públicas de la Comunidad de Madrid". "Si, como dicen, no ha tenido coste para las arcas públicas (...), o lo ha pagado Ayuso de su bolsillo o ha sido un regalo", precisó el portavoz en la Asamblea de Más Madrid, Pablo Gómez Perpinyà, quien reclamó que se haga público "quién está pagando" el alojamiento de la presidenta.
Poco después, la compañía Room Mate Group, de la que es propietario Sarasola, comunicó que Ayuso pagará 80 euros por noche, indicando que antes de comenzar el estado de alarma pusieron a disposición de la presidenta este apartamento dado que necesitaba "un lugar óptimo para la gestión de la crisis durante la situación excepcional". La compañía lamentó que se esté "malinterpretando esta situación", cuando ellos siguen centrados en su deseo de "contribuir a combatir la pandemia desde todos los frentes posibles".
Ayuso instaló en ese apartamento un despacho, si bien desde que fue dada de alta el pasado 10 de abril muchas de las gestiones ya las efectúa desde la Puerta del Sol. Desde el primer día trasladó un ordenador y dos teléfonos móviles, además de una bandera de España y otra de la Comunidad de Madrid. Para sus conexiones televisivas a primera hora de la mañana ha colocado detrás de su silla una fotografía suya saludando al rey Felipe VI. El apartahotel se sitúa en la octava planta del edificio, en el distrito de Ópera, en el corazón de la capital del Estado. Dispone de un dormitorio con baño propio y vestidor, un amplio salón comedor con la cocina integrada, y cuenta con dos terrazas totalmente amuebladas con vistas al Palacio Real, la Casa de Campo y al Parque del Oeste.
De ser pues un regalo se incumplirían los dos códigos éticos a los que teóricamente se somete Ayuso. Tanto la Comunidad como el PP madrileño prohíben que los altos cargos reciban regalos e invitaciones que puedan condicionar sus decisiones al frente de la Administración. La normativa de la formación conservadora de Madrid, aprobada hace cuatro años, cita expresamente ese motivo como una de las causas de dimisión de sus dirigentes. En este sentido, Más Madrid señaló que, si Ayuso hubiera recibido "un regalo" incurriría en "un presunto delito de cohecho", y añaden: "Confiamos en que el PP no haya sido tan ruin de caer en la corrupción también durante la pandemia". A su vez, el portavoz adjunto de Unidas Podemos, Jacinto Morano, aseguró que, "simultáneamente" a la estancia de Ayuso en este apartahotel, Kike Sarasola "ha contratado con la Comunidad" por "importes económicos muy elevados" y sin "que medie concurso público".
El área de Delitos Económicos de la Fiscalía Provincial de Madrid ya solicita cuatro años de prisión para Sarasola, su hermano Fernando y la madre de ambos por un delito contra Hacienda por la actividad de varias sociedades opacas que puso en marcha Enrique Sarasola padre.