- La desescalada del estado de alarma que debe concluir en lo que el Gobierno español denomina "la nueva normalidad" comenzará el próximo lunes 4 de mayo, se hará de forma asimétrica por territorios -la referencia es la provincia- y se llevará a cabo en cuatro fases de quince días hasta finales de junio. En este tiempo la movilidad entre territorios estará restringida, salvo para circunstancias excepcionales, y dentro de cada provincia se permitirá una mayor movilidad, por ejemplo para acudir a una terraza en determinadas condiciones, pero no para visitar en sus casas a amigos o familiares. También cabrán excepciones "motivadas por las comunidades autónomas" si lo autoriza el Ministerio de Sanidad.
El Ejecutivo de coalición ha diseñado un plan de desconfinamiento en cuatro fases que arrancará el lunes con la reapertura de actividades con cita previa y atención individual, como los restaurantes con comida para llevar, que deberán seguir todas las medidas de sanidad y seguridad. Dichas medidas se aplicarán por provincias o islas en un proceso que concluirá a finales de junio, cuando si todo va bien se llegará a "la nueva normalidad".
"Estaremos en la nueva normalidad si la epidemia está controlada en todos y cada uno de los territorios a finales de junio", advirtió el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, al anunciar el "Plan para la transición hacia una nueva normalidad" que aprobó ayer el Consejo de Ministros. El líder socialista subrayó que la coordinación de este complejo proceso corresponderá al Ministerio de Sanidad, mientras que las Comunidades Autónomas se encargarán de la gestión.
Cada fase durará dos semanas y se avanzará a la siguiente etapa si los indicadores sanitarios apuntan que es posible continuar. Después se pasará a la etapa de "nueva normalidad" en la que seguirán las medidas de control y el uso de material preventivo. La desescalada será gradual, asimétrica y coordinada.
El paso de una fase a otra dependerá de la situación de la pandemia en cada provincia y no habrá movilidad entre ellas y las islas hasta finales de junio. Salvo, eso sí, las excepciones previstas en el artículo 7 del decreto de estado de alarma que entró en vigor el 14 de marzo.
En este sentido, Sánchez aclaró que si una persona vive en Almería y esta provincia está, por ejemplo, en fase 2 y quiere ir a Cádiz, que podría estar en fase 3, no lo podrá hacer. "Tienen que esperar todas a la nueva normalidad", dijo. Insistió en que "cuando las provincias estén en la nueva normalidad sí podrá haber movimientos entre ellas, no antes".
La primera fase es la cero, es decir, la de preparación de la transición. En ella, además de las medidas de alivio comunes que han empezado ya con los niños, y de la proyectada el 2 mayo, en la que se podrá hacer deporte de forma individual, se abrirán pequeños resquicios en la actividad económica como la apertura de locales con cita previa.
En la fase 1 se permitirá en cada espacio territorial definido, en principio la provincia, algunas actividades con la apertura del pequeño comercio, excepto de grandes parques comerciales donde son más probables las aglomeraciones. Pero precisó que no se podrá ir a la casa de un amigo o un familiar en la primera fase, aunque se contemplan otro tipo de actividades sociales como ir a una terraza. Habrá un horario preferente para los mayores de 60 años y el uso de la mascarilla será, según el presidente, "altamente recomendable en el transporte público en todas las fases".
En cuanto a la fase 2, se aplicará si se cumplen las condiciones que establecen los marcadores establecidos por Sanidad en función de las recomendaciones de los expertos. En la fase 3 y última se flexibilizará la movilidad general, pero con el uso recomendado de mascarilla. El aforo en el comercio y la restauración estará limitado al 50% y con separación entre el público.
El PNV lamentó que las Comunidades Autónomas sean citadas "solo retóricamente sin que asuman ninguna función". En un comunicado, consideró un "error" que no se permita "a las administraciones más cercanas adaptar la situación a las particularidades de cada territorio" y apuntó que la provincia es una "unidad administrativa más propia de un Estado unitario o incluso de un periodo preconstitucional".
El presidente español explicó que cada una de las fases durará un mínimo de dos semanas, debido a que ese es el periodo máximo de incubación del virus. Pero no hay un calendario cerrado y no se avanzará al mismo ritmo en toda España. Las reglas serán las mismas para todos y las fijará el Gobierno, pero la gestión corresponderá a las comunidades autónomas y a los ayuntamientos, aunque con la supervisión del Ministerio de Sanidad. Por ello, insistió en que en el mejor de los casos, esta desescalada durará seis semanas y un máximo de ocho. Por lo que a finales de junio estaríamos ya en la "nueva normalidad".
Una transición que se iniciará el 4 de mayo con la fase cero en todos los territorios, menos en las islas de Formentera, La Gomera, el Hierro y la Graciosa, donde anticiparán unos días su desescalada y el lunes estarán en la fase 1. Una semana después, todas las provincias que cumplan los requisitos estarán en esta fase. Sanidad evaluará cada quince días estos marcadores para ver el nivel de cumplimiento.
Para llevar a cabo este programa, Sánchez pedirá en el Congreso una nueva prórroga del estado de alarma para otros 15 días que entrará en vigor cuando concluya la actual el próximo 10 de mayo. Eso sí, no aclaró si solicitará sucesivas prórrogas hasta finales de junio.