- Al Gobierno Vasco no le ha gustado la decisión repentina del presidente Sánchez, que ha pulsado el botón rojo para detener toda la actividad económica no esencial en esta crisis sanitaria. El lehendakari, que era partidario de mantener el mayor número de fábricas abiertas para evitar una crisis económica de calado, le remitió una carta y le pidió también de viva voz que permitiera una aplicación diferenciada en cada comunidad autónoma, de manera que cada territorio, en función de sus circunstancias, decidiera qué empresas deben parar. Pero la petición no ha sido atendida. Iñigo Urkullu no se plantea un ejercicio de desobediencia, y su entorno asegura a este periódico que cumplirá el decreto del Gobierno español sin sabotearlo por la puerta de atrás. En cualquier caso, ahora se abre un escenario de indefinición donde nadie sabe a ciencia cierta qué es una actividad esencial, las cosas no son blancas o negras, y hay empresas que caminan sobre un fino alambre y podría considerarse que su actividad es imprescindible. El Gobierno Vasco se muestra dispuesto a ayudar a aclarar las dudas y actuar con flexibilidad. Desde la consejería de Desarrollo Económico de Arantxa Tapia aclaran que no se trata de "hacer trampas" ni "rebelarse", sino de aclarar a varias empresas si su actividad es imprescindible.

El Gobierno Vasco ha trabajado en un cuestionario, de manera que, si una empresa tiene un problema y cree que suministra un producto clave para los hospitales o la alimentación, el Ejecutivo atenderá sus preguntas y le emitirá un certificado si cree que debe mantenerse abierta, según las fuentes consultadas por este diario. Todo se hará amparándose en el decreto estatal, sin triquiñuelas. Por ejemplo, a simple vista puede parecer que la siderurgia es una industria pura y dura, pesada, sin ningún papel en esta crisis sanitaria, pero el Gobierno Vasco tiene detectados algunos casos de empresas que fabrican el aluminio de las tabletas de las medicinas, los tapones de las botellas de oxígeno o de uso alimentario, o que elaboran las latas de las conservas. Esas empresas pueden ser susceptibles de considerarse servicio esencial.

El decreto parece dejar la puerta abierta en su punto 25, cuando apuesta por permitir que continúen otras fábricas que presten servicios imprescindibles y que no hayan sido citadas en los puntos anteriores del texto de manera explícita. El Gobierno Vasco se atiene a la letra del decreto. Cumplir, cumplir y cumplir. No habrá pulso ni desobediencia, aunque es evidente que el decreto ofrece margen para que abran un buen número de empresas con estos servicios auxiliares, y eso sería una buena noticia para la consejería de Tapia, que considera que, si no se mantiene engrasada la industria puntera, empezarán a mermar los recursos públicos y no se podrá sostener un sistema de sanidad potente. Además, podría producirse una recesión con pérdida de puestos de trabajo.

Como mínimo, quedan por delante dos semanas con este decreto en vigor, aunque ha empezado con mal pie, con una moratoria, porque el texto se publicó en la medianoche del domingo al lunes y ni empresas ni trabajadores sabían ayer si tenían que abrir las puertas. La consejera Tapia argumento en varias entrevistas concedidas a Onda Vasca, Euskadi Irratia y Cadena Ser que no comparte el cese ni esa "dicotomía salud-economía" porque "hace falta una economía saneada para mantener los servicios sanitarios". Se temió una recesión "profunda", y lamentó que no se haya optado por la misma solución que Alemania, donde el sistema federal fija unas condiciones generales, pero son los länder quienes deciden qué actividades se ponen en marcha. Añadió que los competidores de Euskadi "van a estar mejor preparados" para arrancar la actividad tras esta crisis sanitaria. El portavoz del Gobierno, Josu Erkoreka, aseguró en la Cadena Ser que las medidas ya están en vigor, y al Ejecutivo de Urkullu no le queda otra que centrarse en su aplicación. El presidente de Confebask, Eduardo Zubiaurre, dijo a Radio Euskadi que el decreto de Sánchez es "un ejemplo de incompetencia", y que el tratamiento en la crisis sanitaria no puede ser "el suicidio".

"Hace falta una economía saneada para mantener los servicios sanitarios"

Consejera de Desarrollo Económico

"Las medidas están en vigor y el Gobierno Vasco está centrado en su implementación"

Portavoz del Gobierno Vasco