gasteiz - Los contagios por coronavirus en la comunidad autónoma se han traducido ya en medidas de contención para frenar la transmisión de la epidemia. Algunas de ellas se centran en controlar las grandes aglomeraciones de ciudadanos, pero las medidas se están fijando para las próximas dos semanas y habrá que analizar la evolución del virus. Por tanto, nadie ha abierto el melón de las elecciones autonómicas previstas para el 5 de abril. Según las fuentes consultadas por este periódico en el Gobierno Vasco, representantes de la Junta Electoral y partidos políticos, nadie contempla o augura en este momento medidas drásticas que supongan cancelar la cita electoral. Es un debate muy prematuro y, además, la región italiana de Umbría ha servido este fin de semana como laboratorio para ver cómo se pueden gestionar unas elecciones con este virus, en un país donde la enfermedad golpea con mucha más fuerza: aunque la situación sea mucho más grave que en Euskadi, los comicios se han celebrado, pero cuidando la higiene y la distancia entre personas. La Junta Electoral vasca tiene la decisión en sus manos pero, a su vez, se remite mucho a las medidas del Gobierno de Urkullu y, de momento, no baraja pulsar el botón rojo.
Ayer se produjo una reunión interinstitucional de seguimiento del coronavirus presidida por el Gobierno Vasco, y mañana tendrá lugar un encuentro de la Junta Electoral que está generando cierta expectativa, aunque todo apunta a que no habrá sorpresas. La consejera de Salud, Nekane Murga, por su parte, dijo ayer que "hasta el momento" no se ha planteado "nada" sobre las elecciones. "No hemos tratado el tema", aseguró. La fecha de los comicios sigue en pie, aunque probablemente habrá que aplicar las medidas ya habituales de higiene y distancia entre las personas en la jornada de votación en los colegios electorales, unos espacios cerrados donde el virus se propaga con mayor facilidad.
Sobrevuela la posibilidad de que afecte a los actos de campaña de los partidos. La campaña empieza el día 20 de este mes y la duda radica en cómo puede afectar a Gasteiz, donde se centran las medidas para evitar grandes multitudes de personas. Las medidas abarcan hasta el día 23, es decir, una vez empezada la campaña pero, de momento, no a sus quince días. Además, solo se aplicarán a casos excepcionales: se va a evaluar caso por caso si hay que suspender los eventos que superen un aforo de 5.000 personas, una movilización muy puntual que no es la nota dominante en los actos de campaña sino, si acaso, en los eventos especiales de cierre. Lo que sí está por ver es cómo se puede hacer un reparto de folletos si hay que evitar el contacto y guardar las distancias. La consejera Murga se limitó a decir que habrá que analizar "uno a uno" los actos en Gasteiz, y que todo dependerá de cómo evolucione el virus, sin llegar a entrar en casuísticas.
El domingo se celebraron las elecciones suplementarias al Senado en la región italiana de Umbría. La situación del coronavirus es mucho más grave en ese país pero, aunque sea con dificultades y con la necesidad de encontrar suplentes para las decenas de miembros de las mesas que fueron renunciando, pudieron celebrar las elecciones con varias medidas de prevención. La distancia entre el presidente y los distintos miembros de la mesa era de al menos un metro, se actuó de tal manera que el aire se renovara cada hora durante diez minutos, se puso a disposición de los ciudadanos líquido desinfectante para lavarse las manos, los votantes debían acudir de uno en uno a la sala al ser llamados por el presidente de la sección, y al final de la jornada se desinfectaron los recintos. La Junta Electoral vasca ya está trabajando con la previsión de que haya guantes de goma para los miembros de la mesa, porque deben tocar las papeletas de los votantes. Lo que suceda también este fin de semana con las elecciones municipales en el Estado francés puede dar una medida de cómo se puede gestionar una situación de estas características. En ese caso, existe la figura del voto delegado, que permite que un tercero emita la papeleta en lugar de alguien que no pueda ir.
La legislación sobre las elecciones al Parlamento Vasco no ofrece una percha para suspender la cita, aunque es cierto que estas normas no están pensadas para situaciones de excepcionalidad o alerta. Las elecciones las convoca el lehendakari pero, una vez que la pelota comienza a rodar, la Junta Electoral es el órgano que vela por el correcto desarrollo de los acontecimientos. No hay preceptos legales claros que faculten al Gobierno para dar marcha atrás. Por ello, la decisión quedaría en manos de la Junta Electoral. De momento, la Junta solo tiene sobre la mesa estas limitaciones para grandes aglomeraciones de personas. En un colegio electoral, no se produce una concentración tan elevada en un solo momento, sino que hay un goteo. Lo que prevé la ley es interrumpir la votación en la misma jornada por una serie de incidencias o por aviso de bomba. En caso de que la votación no tenga lugar, la Ley de Elecciones al Parlamento Vasco fija que se repita el segundo día siguiente. Otra cuestión es que se alegue un estado de emergencia, aunque nadie quiere que cunda el alarmismo y se apuesta por la serenidad en la gestión de este virus, al menos con los datos actuales sobre su evolución.
Pero la Junta Electoral tampoco tiene claro que pueda actuar. La Junta, liderada por Juan Luis Ibarra, presidente del Tribunal Superior de Justicia del País Vasco, tampoco cree que pueda actuar de oficio en este caso, sino que, a su vez, se mantiene pendiente de las decisiones del Gobierno Vasco para realizar un movimiento de esta envergadura. El orden del día del miércoles no está cerrado, pero las fuentes consultadas insisten en que las resoluciones de la Junta se producen a consecuencia de una petición de parte, de un escrito que registre una institución o un partido. Por tanto, el órgano se mantiene a la espera. A todo ello se le suma que parece muy prematuro cancelar las elecciones cuando faltan tantos días para arrancar la campaña. La otra duda viene del lado de la abstención, no tanto por los ciudadanos enfermos que no puedan acudir, sino por aquellos que decidan no hacerlo por miedo al contagio.
la campaña de urkullu Lo que sí ha producido ya esta crisis es una afección concreta en la campaña del lehendakari. Urkullu es candidato a la reelección como cabeza de lista del PNV pero, al mismo tiempo, es el máximo representante de la comunidad autónoma. Él mismo admitió en un mitin de precampaña durante el fin de semana que tiene la cabeza puesta en la crisis del coronavirus y no tanto en la contienda electoral. Poco después, ayer mismo, el PNV se veía obligado a cancelar el acto de presentación del lema y la lona electoral por la convocatoria de la mesa interinstitucional del lehendakari. "Urkullu prefería trabajar y no buscar la foto. Ha demostrado que su prioridad es el coronavirus", explicaron ayer desde Sabin Etxea. La presidenta de la ejecutiva vizcaína del PNV, Itxaso Autxa, citó en Euskadi Irratia el caso de los ancianos que están en residencias y tienen que votar por correo. Con las visitas restringidas, puede ser complicado que ejerzan el voto sin alguien de su familia que lo gestione.
Votar con el virus. La región de Umbría, en Italia, donde el virus golpea fuerte, ha celebrado el domingo elecciones al Senado. Se fijaron medidas de prevención: la distancia entre el presidente y los miembros de la mesa era de un metro, se renovó el aire cada hora, se puso a disposición de los ciudadanos líquido desinfectante para las manos, los votantes debían acudir de uno en uno, y al final del día se desinfectaron los recintos. La Junta Electoral vasca trabaja con la idea de tener guantes para los miembros de mesa.
el debate
Medidas de prevención. Las medidas de contención que entrañan limitaciones en la celebración de actos o la apertura de centros se limitan a Gasteiz, en epicentro de la crisis en Euskadi. El Ejecutivo recomienza suspender la actividad escolar durante dos semanas, y se analizarán caso por caso los actos culturales y deportivos que superen un aforo de 5.000 personas. En el caso de la comunidad autónoma en general, las limitaciones no son tan específicas y se centran en tomar la temperatura a los niños antes de ir al colegio, y reducir las visitas a los ancianos.
Afección a las elecciones. La consejera Murga dice que no se ha planteado nada en relación a las elecciones del 5 de abril. Sobre los actos de campaña, asegura que se analizarán uno a uno como cualquier otro acto multitudinario en Gasteiz.
Junta Electoral. El lehendakari ha convocado las elecciones del 5 de abril pero, una vez lanzada la convocatoria, es la Junta Electoral quien vela por el correcto desarrollo de los acontecimientos. Por lo tanto, el Gobierno Vasco no tendría capacidad para suspender las elecciones ni tampoco hay preceptos legales que le den la percha necesaria. La Junta, presidida por Juan Luis Ibarra, se reúne mañana, pero nada apunta a que vaya a tomar una decisión por propia iniciativa, sino que solo actuaría a instancias de parte.