bilbao - Las primarias son un instrumento que depara sorpresas y puede desatar terremotos políticos, y ayer le tocó a Podemos Euskadi vivirlo en sus propias carnes con la victoria inesperada de la lista crítica encabezada por Miren Gorrotxategi para los comicios del 5 de abril. Las consecuencias no se hicieron esperar y casi de inmediato llegó la dimisión de Lander Martínez y su Ejecutiva al completo, que había realizado una férrea apuesta por la candidatura a lehendakari de Rosa Martínez. Los resultados del proceso interno fueron claros: un 56,26% de los apoyos para Gorrotxategi, frente al 43,74% de Martínez.
Así las cosas, el vuelco en las primarias con la victoria de los críticos provoca una crisis orgánica de grandes dimensiones en la formación en un momento muy delicado, en puertas de la campaña electoral. Ahora, Podemos Euskadi concurrirá al Parlamento Vasco con un equipo y un proyecto completamente nuevo liderado por quienes hasta ahora ejercían de sector opositor a la dirección de Martínez. Todo ello, con una gestora pilotando la nave hasta un futuro congreso sin fecha prevista.
En el partido morado vuelve a repetirse la maldición de no poder afianzar un proyecto a largo plazo en la CAV, tras la abrupta salida de su tercer secretario general en menos de cuatro años. Lander Martínez sustituyó a finales de 2017 a Nagua Alba, que se había hecho con las riendas de la federación vasca tras la dimisión de Roberto Uriarte, desplazado por los entonces errejonistas. Ahora, en un giro hacia la casilla de salida, son Uriarte y sus afines quienes recuperan su influencia sobre Podemos Euskadi, con el respaldo implícito del líder estatal Pablo Iglesias, que extiende su influencia a uno de los últimos territorios en los que no contaba con una Ejecutiva afín.
Con todo, la carrera electoral hacia el 5-A, que hasta hace pocos días se preveía sin excesivos sobresaltos en los partidos, ha cambiado por completo el ritmo tras las salidas exprés de Alfonso Alonso y Lander Martínez. Respecto a este último, según dio a conocer él mismo ayer, se va por completo y renuncia incluso a concurrir en la lista al Parlamento Vasco -había obtenido un puesto de salida en las primarias a pesar de la derrota general de su candidatura-.
En la comparecencia en la que anunció su abandono de la secretaría general, Lander Martínez argumentó que, dado que su Ejecutiva había apostado por Rosa Martínez, lo "lógico" era echarse a un lado y "ceder de manera natural la dirección de la campaña y la organización al equipo que ha apostado por la candidatura y el proyecto de Gorrotxategi hasta que se celebre una nueva Asamblea". El hasta ayer líder de Podemos Euskadi defendió que su equipo tenía una "apuesta sólida" para la próxima legislatura para dar continuidad a "unos perfiles que entendíamos que habían llevado a Elkarrekin Podemos a un lugar central" en la política vasca. "Pero es cierto que ese proyecto a día de hoy no ha sido refrendado por la militancia", lamentó.
Respecto a los motivos que les han llevado a perder las primarias, Martínez reconoció que podía haber influido el hecho de que Gorrotxategi contaba con el apoyo de Pablo Iglesias. "Siempre puede tener algo de pesos presentarse con una serie de apoyos", dijo al respecto. Sin embargo, cree que es pronto para determinar la causa de la derrota.
Por parte de Zubiak, la plancha ganadora, no se pronunció la propia Gorrotxategi -lo hará esta tarde- pero sí lo hizo David Soto, miembro de la candidatura y concejal en Irun. A su juicio, la dimisión de Martínez es "coherente" y "no hay tiempo que perder" para construir un nuevo proyecto que suponga una alternativa progresista en Euskadi, lo que pasa por "hacer un ejercicio, una vez pasadas las elecciones, de contacto con las candidatas de EH Bildu y del PSE para conformar esa alternativa al PNV".
nuevos equilibrios En términos generales, lo ocurrido en las primarias a lehendakari de Podemos evidencia un cambio de paradigma en el equilibrio de fuerzas de los morados en la CAV. Hasta el momento, los llamados críticos habían perdido todos los procesos internos celebrados y el sector de Lander Martínez conservaba su hegemonía. Es más, Euskadi era uno de los últimos focos donde los antiguos errejonistas seguían al frente de una federación. Sin embargo, una vez que Iñigo Errejón y sus fieles abandonaron Podemos para fundar Más Madrid, los próximos a Errejón que continuaron en la formación morada han quedado desprotegidos y en peligro de extinción.
La hasta ayer dirección de Podemos Euskadi no lo vio venir y se mostraba convencida de que la militancia respaldaría su labor parlamentaria en los últimos cuatro años, confiando en que su pasado errejonista no influyera sobremanera en las primarias. De ahí también su negativa a intentar un acercamiento con Gorrotxategi para confluir en una lista conjunta, tal y como sí hicieron en las municipales y forales del pasado mes de mayo.
Respecto al proceso interno, la federación vasca de Podemos ha vivido una campaña cuyo tono ha ido en ascenso, sobre todo por parte de los críticos, que el pasado fin de semana, con Juan Carlos Monedero de invitado estelar, no dudaron en cargar con dureza contra la gestión de Lander Martínez al frente del partido, al que acusaron de ser tibio con el proyecto de Pablo Iglesias. A este respecto, a Martínez también se le ha achacado el haber planteado que Unidas Podemos renunciara a entrar en un Gobierno de coalición para evitar las segundas generales, que finalmente se celebraron en noviembre.
Otra cuestión sobre la mesa que ha podido pasar factura a la plancha oficialista ha sido su cercanía a Equo, formación de la que provenía Rosa Martínez y que se desvinculó de Unidas Podemos para concurrir junto a Más País en noviembre. Aunque la formación ecologista en Euskadi -que ha formado parte de la coalición Elkarrekin Podemos- optó por seguir junto a los morados, Pablo Iglesias ha impedido que vuelvan a formar parte de las listas al Parlamento Vasco.
Por último, el pacto presupuestario que Podemos alcanzó con el Gobierno vasco ha estado también presente en las primarias. Aunque los críticos no lo han cuestionado abiertamente, tampoco lo han defendido y, en su lugar, sí han lanzado con fuerza la idea de buscar un acuerdo a tres bandas, con EH Bildu y el PSE, para desalojar a Iñigo Urkullu de Ajuria Enea. Rosa Martínez se sumó a esa idea a rebufo de Miren Gorrotxategi, pero finalmente ha sido esta última quien se ha llevado el gato al agua, provocando un cambio de rumbo en la nave morada cuyas consecuencias se irán perfilando en la cita con las urnas de abril.