Bilbao - El presidente del PP, Pablo Casado, y el candidato a lehendakari de la coalición PP+C's, Carlos Iturgaiz, arrancarán hoy en Ermua la precampaña electoral para las elecciones autonómicas del 5 de abril. La elección de esta localidad está llena de simbolismo por el asesinato de Miguel Ángel Blanco, concejal de Ermua que fue secuestrado por ETA el 10 de julio de 1997 y asesinado en la madrugada del 13 de julio, 48 horas después de que finalizara el plazo que la banda había dado para que el Ejecutivo español accediera a reagrupar sus presos. Su asesinato provocó un salto cualitativo en la movilización social contra la banda terrorista, con el nacimiento del llamado Espíritu de Ermua. Iturgaiz, al que el pasado domingo Casado designó como candidato la coalición PP+C's para las vascas, estaba al frente de los populares de la CAV cuando ETA asesinó a Miguel Ángel Blanco.
El candidato arranca la precampaña después de que en los últimos días haya llamado a "aunar fuerzas" con Vox y asegurar que le gustaría tener el voto de los electores del partido de Santiago Abascal, a los que asegura que no les "defraudará". Además, se ha deshecho en elogios hacia el presidente del partido de extrema derecha asegurando que es una "magnífica" persona y que fue su presidente en NN.GG. cuando él estaba al frente del PP vasco.
Por su parte, la presidenta interina y secretaria general del PP de la CAV, Amaya Fernández, afirmó ayer en una entrevista concedida a Onda Vasca que Alfonso Alonso tenía el apoyo "abrumador" dentro del PP vasco, y que cuando se le comunicó que no era candidato a lehendakari , y antes de dimitir como presidente de los populares, recibió "el cariño de todos". En todo caso, señaló que ahora hay que "centrarse en las cosas importantes, que son los vascos y sus problemas".
El PP de arrimadas En este contexto, la portavoz de C's en el Congreso, Inés Arrimadas, afirmó ayer que respeta que el PP haya escogido a Carlos Iturgaiz como cabeza de lista en la coalición y señaló que el expresidente del PP vasco pertenece a un partido que sufrió la violencia de ETA. Así, aseguró no tener "ningún problema" con que su partido comparta coalición electoral con "el partido de María San Gil, de Gregorio Ordóñez, de gente que ha sido asesinada a sangre fría por ETA o que se ha pasado muchos años mirando debajo del coche".