bilbao - La consejera vasca de Desarrollo Económico e Infraestructuras del Gobierno Vasco, Arantxa Tapia, reprocha a los sindicatos y asociaciones convocantes de la huelga general del próximo 30 de enero que pidan ahora una reunión con el lehendakari, Iñigo Urkullu, tres meses después de haberla anunciado e incluso después de haberla registrado a principios de este mes. El cruce de acusaciones vivió ayer un nuevo episodio tras calificar ELA de "antidemocrático y autoritario" al lehendakari y responder el Ejecutivo autónomo insistiendo en que no hay motivos para el paro.

El secretario general del sindicato abertzale, Mitxel Lakuntza, criticó que Urkullu "solo quiere hablar con quienes le dan la razón, demuestra una escasa talla democrática y cada día está más alejado de la sociedad". En declaraciones a Radio Euskadi, subrayó la "extrema gravedad" por declinar a reunirse con los sindicatos. "No deberíamos acostumbrarnos a estos comportamientos", censuró.

Sus palabras tuvieron réplica por parte de Tapia, que le reprochó que "no puede ser que después de haber convocado la huelga hace más de tres meses ahora se solicite una reunión", a diez días vista del paro general convocado por ELA, LAB y varios sindicatos más, así como algunas asociaciones, entre ellas el Movimiento de Pensionistas. La Carta de Derechos Sociales de Euskal Herria, en la que se integran las centrales y colectivos convocantes, anunció en octubre la celebración de la huelga general con el fin de reclamar "medidas que garanticen condiciones laborales, pensiones y vida dignas". El registro oficial del paro lo realizaron el pasado 9 de enero en Iruñea.

Mientras que el Gobierno Vasco considera que "no existen motivos suficientes" para realizar esa convocatoria de huelga general, para el líder de ELA Urkullu y su gabinete intentan "esconderse" y considera que "sobran razones". Lakuntza admitió que se trata de una huelga "política", como lo son, a su juicio, otras muchas. "Claro que es política, estamos hablando de pensiones y condiciones de trabajo que se derivan de decisiones política y que nos perjudican", enfatizó.

ELKARREKIN PODEMOS Salvo EH Bildu, los principales partidos vascos -PNV, PSE, PP y Elkarrekin Podemos- no secundan la convocatoria de paro. Tampoco los sindicatos UGT y CCOO. La coalición abertzale se queda como única formación política que respalda la convocatoria y los morados la afrontan con el corazón dividido ya que por un lado las razones entran en su ADN ideológico, pero acaban de entrar en el Gobierno español y piden una oportunidad para desarrollar esas políticas. Por eso, han dado libertad para secundar o no la huelga, aunque la dirección del partido liderado por Lander Martínez no la respaldará.

Elkarrekin Podemos también salió a replicar a ELA, que considera que al no sumarse a la huelga "ha renunciado a sus principios fundacionales". El secretario de Comunicación de la formación morada, Andeka Larrea, señaló que asumen como "suyas" estas reivindicaciones, pero no "la oportunidad" de convocar ahora esta huelga. "Venimos de la calle, de los movimientos sociales de la indignación", se justificó.

EH Bildu se adhirió ayer a la convocatoria de huelga general porque, "a día de hoy, todavía queda mucho por hacer para conseguir unas condiciones de vida dignas", según indicó el concejal de EH Bildu de Muskiz y trabajador del Metal, Asier Iza. "El 30 de enero los militantes de EH Bildu estaremos en las calles para reclamar que se ponga en el centro la vida de las personas y no de las élites económicas", declaró. - DNA