madrid - El pacto del PSOE con Unidas Podemos para formar un gobierno de coalición, y con ERC para lograr la abstención de sus 13 parlamentarios en la sesión de investidura de Pedro Sánchez, ha tenido como respuesta una campaña de acoso alentada por la derecha que buscaba que los diputados incumplieran la disciplina de voto y negaran su apoyo al candidato socialista. Es decir, repetir el tamayazo de infausto recuerdo.
Dicha campaña, que se ha vehiculado a través de centenares de correos electrónicos, llamadas de teléfono y mensajes en las redes sociales y de WhatsApp, ha tenido un cariz de amenaza e insultante, y ha afectado sobre todo a los socialistas y, de forma muy significativa, al único representante de Teruel Existe en el Congreso, Tomás Guitarte.
Éste fue objeto de pintadas en su municipio acusándole de “traidor” y recibió más de 9.200 mensajes amenazantes. Como consecuencia, el Ministerio del Interior le puso medidas de protección durante su estancia en Madrid por el pleno de investidura, y el diputado optó por no dormir en su domicilio habitual la noche anterior a la votación definitiva del martes.
Estas coacciones tuvieron su hueco en los discursos de ese día, con muestras de apoyo a Guitarte. El PSOE anunció que denunciará estos mensajes ante la Justicia, después de que a la diputada del partido Beatriz Micaela Carrillo le escribieran “¿dormirás tranquila si traicionas a tu país?”. Beatriz Corredor tuvo que leer “pero cómo puedes ser tan puta para apoyar la investidura de un traidor”, entre otros muchos ejemplos. - C.C.B.