madrid - El portavoz de Vox en el Ayuntamiento de Madrid, Javier Ortega Smith, afirmó ayer que su formación “no tiene nada que ver con la granada” que el miércoles fue lanzada contra el centro de primera atención de menores no acompañados (menas) de Hortaleza y que la izquierda les culpa “hasta cuando cae una nevada y los coches se quedan atascados”. “Si por ellos fuera nosotros estaríamos ilegalizados, probablemente detenidos, y no podríamos dar una rueda de prensa”, criticó. Sin embargo, todas las miradas apuntan a Vox. La portavoz del Gobierno en funciones, Isabel Celaá, apuntó que el Ejecutivo español “desconoce” quién lanzó la granada con una pequeña carga de metralla, pero lo vinculó a “manifestaciones” realizadas por representantes del partido de Santiago Abascal sobre menores extranjeros no acompañados. “Las palabras al final se interiorizan e intoxican conciencias ajenas”, constató la dirigente socialista. Poco después Abascal cargó contra los socialistas: “Sospechamos que las cloacas del PSOE, salpicadas por el GAL, han colocado la granada para incitar el odio contra Vox”. “Solo falta que el ministro Marlaska justifique otra vez la violencia contra la tercera fuerza política” del Congreso, añadió en su cuenta de Twitter.

Por su parte, la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, censuró a Vox por poner “en tela de juicio si pesa más o menos un acto incívico según el origen de la persona que lo comete”, y preguntó “dónde queda la moral cristiana” de este partido. La líder del PP denostó la noción de que “si es españolazo, si es de los nuestros, la conducta incívica está bien vista”, porque para ella “todas las conductas incívicas son condenables”. - DNA