madrid - El Valle de los Caídos ya está cerrado desde la tarde de ayer, después de que el Consejo de Ministros acordara la resolución definitiva para sacar los restos de Franco y trasladarlos al panteón familiar del cementerio de Mingorrubio, en El Pardo. Una operación que tendrá lugar antes del día 25 de este mes, más concretamente entre el 18 y el 22, según fuentes del gabinete de Pedro Sánchez, tras contar con el visto bueno del Tribunal Supremo. En cualquier caso, antes del inicio de la campaña electoral, tal y como se había comprometido el Ejecutivo.
La operación que el presidente español en funciones anunció por primera vez el 18 de junio de 2018 adquiere por tanto visos de inevitabilidad, por lo que el prior de la Abadía de la Santa Cruz del Valle de los Caídos, Santiago Cantera, que se ha opuesto desde el principio a la exhumación y negó incluso el permiso para acceder a la basílica, no se resistirá de forma física a la inminente operación. Según el portal de noticias religiosas Vida Nueva, Cantera ejecutará la sentencia y no llegará “al extremo” de atrincherarse.
La comunidad benedictina que se ha encargado durante décadas de custodiar la tumba de Franco adelantó que buscará agotar todas las vías judiciales, en referencia al Tribunal Constitucional y el Tribunal de Derechos Humanos de Estrasburgo. Por su parte, la familia Franco presentó ayer un escrito ante el TC en el que le da un plazo de 24 horas para que se pronuncie sobre las medidas cautelarísimas solicitadas para paralizar la exhumación. En caso de no obtener respuesta, advirtió de que acudirá ante el TEDH.
Se esperaba que del Consejo de Ministros de ayer -que aprobó el traspaso a las Comunidades Autónomas de los 4.682 millones de euros que les adeuda de la actualización de las entregas a cuenta del sistema de financiación de 2019- surgiera una fecha concreta en la que se procederá a la exhumación. Sin embargo, lo que se anunció fue un plazo límite porque, según explicó Carmen Calvo, el Gobierno necesita “días para tener el Valle de los Caídos cerrado, con condiciones de seguridad y con las decisiones técnicas para llevar a cabo esta operación”.
La maquinaria echó a andar ayer mismo y en torno a las 18.30 horas se cerró de forma indefinida el Valle. Centenares de personas habían acudido a visitar el lugar y algunos de ellos corearon lemas a favor de Franco, insultos contra Pedro Sánchez y mostraron la bandera de España en el momento de la clausura, informó la agencia Efe. Varios de los visitantes aseguraban que no se habían enterado de que era la última oportunidad para ver la tumba de Franco en el Valle de los Caídos, y los que se quedaron sin entrar mostraron su decepción por no poder acceder a la basílica. Agentes de la Guardia Civil también identificaron a periodistas que estaban en el lugar tras haber pagado una entrada y les dijeron que no tenían permiso para estar allí trabajando.
El acuerdo del Consejo de Ministros también especifica que “con al menos 48 horas de antelación” se avisará a la familia de la fecha y hora concreta de la operación. Se les permitirá a su vez estar presentes, si así lo desean, en la exhumación, traslado e inhumación, cuando se podrá celebrar “una breve e íntima ceremonia acorde con sus preferencias religiosas”.
Según fuentes del Gobierno, se adoptarán las medidas necesarias para que nadie, tampoco los allegados, puedan tomar imágenes ni grabar sonido en los actos de exhumación y reinhumación. En todo momento, incluyendo el traslado, estará presente la ministra de Justicia, Dolores Delgado, como notaria mayor del Reino.
Medios de información Con la misma antelación se informará de la fecha a los medios de comunicación, que podrán ser testigos de la salida de los restos de la Basílica desde la explanada del Valle. Este espacio se habilitará para facilitar, según la vicepresidenta, el “derecho a la información” sobre este acontecimiento. Calvo no quiso dar detalles del traslado, que se realizará de la forma más segura y menos incómoda para los ciudadanos, y tampoco descartó que se utilice un helicóptero.