TODAVÍA no sabemos si las listas electorales se harán de abajo a arriba, como ha sido siempre, o de arriba hacia abajo, como nunca se había hecho y se hizo la última vez”. Fuentes del PP de la CAV expresaban de este modo la incertidumbre respecto a quién les representará en las elecciones generales del 10 de noviembre. Frente a la continuidad que caracterizará las planchas del resto de partidos en Euskadi, la formación popular es la única en la que se abre la posibilidad de acometer cambios tras las imposiciones de Génova a la hora de elegir a los cabezas de lista en los anteriores comicios del 28 de abril en el Estado. Una cita electoral que, para más inri, supuso un batacazo en toda regla para el partido que preside Alfonso Alonso, que por primera vez se quedó sin representación en el Congreso al perder sus dos escaños por Álava y Bizkaia, así como su único senador.
La salida de la ecuación del que fuera aspirante alavés, Javier Maroto, que en este lapso se ha buscado acomodo en el Senado, así como la desafección de Beatriz Fanjul e Iñigo Arcauz respecto a las Ejecutivas de los territorios a los que representaron el 28-A, Bizkaia y Gipuzkoa, respectivamente, abren la puerta a cambiar de candidatos. También pesa el resultado de la reciente convención celebrada por el PP de la CAV, en la que el presidente estatal, Pablo Casado, desagravió a la sucursal vasca de los ataques de la portavoz popular en el Congreso, Cayetana Álvarez de Toledo, al tiempo que avaló la apuesta por el foralismo de los de Alonso, lo que les sitúa en una posición de fuerza.
Lo que está claro es que las comisiones electorales territoriales trasladarán su propuesta de candidatos a la dirección de Génova, que es la que tiene la última palabra. El 7 de octubre es la fecha límite para comunicar a cada Junta Electoral Provincial Central las candidaturas, que se proclamarán el día 14. En el PP vasco se espera con expectación la resolución a esta incógnita al estar ya la precampaña funcionando a pleno rendimiento. Fuentes del partido consultadas recuerdan que Euskadi no es el único lugar en el que “Madrid decidió” las listas, rompiendo la tónica habitual en la que “aquí y en todas las provincias se decidía y luego Madrid daba el visto bueno”. Apuntan el ejemplo de Huelva, donde el PP perdió uno de sus dos escaños tras imponer como candidato al padre de Mari Luz, Juan José Cortés, frente a la opción de la exministra Fátima Báñez, lo que fue muy contestado en el PP andaluz.
El propio Pablo Casado, frente al férreo control que demostró de cara al 28-A, cuando trató de armar un grupo parlamentario a su medida rodeándose de fieles, podría estar dispuesto a consensuar las planchas con los distintos territorios. En este cambio de postura han influido las previsiones que maneja de mejorar sus resultados el 10-N, y en una reciente entrevista en ABC aseguró que “si hay que hacer algún ajuste se hará de acuerdo con las organizaciones provinciales y regionales”. A favor de introducir cambios con afán de mejora se han pronunciado barones autonómicos como el gallego Alberto Núñez Feijóo y el andaluz Juanma Moreno.
A favor de España Suma El cambio de candidato en Álava es obligado después de que Javier Maroto, responsable precisamente de la campaña del PP el 28-A, no lograra escaño por solo 384 votos, tras lo que ha recalado en el Senado por medio de un polémico empadronamiento en un pequeño pueblo de Segovia. Para sustituirle suenan el presidente del PP en Álava, Iñaki Oyarzábal, y Javier de Andrés, quien ya fuera número dos en la candidatura del territorio en abril.
Respecto a Beatriz Fanjul e Iñigo Arcauz, que fueron una apuesta personal de Casado, al decepcionante veredicto de las urnas -en el caso del aspirante guipuzcoano, un paupérrimo 5% de votos- se suma su distancia respecto a la actual dirección del PP de la CAV. No en vano, están a favor de la fórmula España Suma, la confluencia con Ciudadanos y Vox que Alfonso Alonso avala en el primer caso pero rechaza de plano en lo referente a la extrema derecha. También se alinean con las esencias sangilistas, el ala más conservadora del PP, que el propio Casado abrazó en la antesala de las anteriores generales para competir con Vox.
Será sustituido tras recalar en la Cámara alta como representante del Parlamento de Castilla y León por la vía de su empadronamiento en Sotosalbos (Segovia).
Secretaria general de Nuevas Generaciones, no contó con el aval del PP de Bizkaia como candidata a las generales. Por primera vez, el partido no logró escaño en el Congreso por este territorio.
En las antípodas de la Ejecutiva que preside Borja Sémper tras su abrupta salida del Ayuntamiento de Donostia y su alejamiento de la política. Recuperado por Casado para el 28-A, Sémper no participó en su campaña electoral.