madrid - Dentro de la batalla del relato que se está librando en el Estado español para no aparecer como los responsables de una repetición de las elecciones, los socialistas salieron ayer en tromba con la finalidad de transmitir que están poniendo toda la carne en el asador para lograr apoyos a la investidura de Pedro Sánchez, y que no dan por perdidas las votaciones de la próxima semana. Tras la ruptura del diálogo con Unidas Podemos, el PSOE está explorando ahora la posibilidad de que voten a favor todos los partidos nacionalistas vascos y catalanes, aunque ese cometido parece complicado en el caso de los soberanistas de ERC y, más aún, de JxCat, donde existen fuertes presiones para votar en contra desde el entorno de Puigdemont y Torra. Los votos de ERC, JxCat, PNV y EH Bildu, sumados al pacto que ya amarró Sánchez con el Partido Regionalista de Cantabria y al preacuerdo que ha encarrilado con Compromís, serían la llave para que fuera investido exigiendo tan solo la abstención a Unidas Podemos, aunque puede ser complejo tras el durísimo enfrentamiento personal con Pablo Iglesias sobre su entrada en el gobierno.
Esta combinación es su último asidero, pero no es la fórmula más cómoda para Sánchez ni la más viable. Y hay muy poco tiempo para materializarla. Parece un giro a la desesperada para justificar que ha habido un esfuerzo para evitar las elecciones, sin tener en cuenta la compleja situación catalana. Había prometido que no quería hacer descansar la gobernabilidad en el independentismo catalán, porque no le parece de fiar desde la caída de los Presupuestos en la anterior legislatura, y porque podría retomar la vía rupturista y abocarlo, a su juicio, a suspender otra vez el autogobierno con el 155. Además, se arriesga a que la derecha quiera perseguirlo de por vida con esta fotografía. Pero el PSOE trata de armar el relato de que es el único que quiere evitar las elecciones. Esta hipótesis la pusieron en circulación las declaraciones de las ministras Carmen Calvo e Isabel Celaá, y las concesiones de última hora a Compromís en materia de infraestructuras y financiación. El movimiento abre la expectativa de que haya cesiones también a grupos como el PNV para que no se queden simplemente en la abstención. En el caso de los catalanes, se quiere evitar un pacto en sentido estricto.
Calvo aseguró que todos estos días han intentado llegar a un acuerdo con Unidas Podemos, y abrió las compuertas de la especulación al asegurar que “en el resto de la Cámara hay grupos” a los que el PSOE está pidiendo su “apoyo”. “Yo misma lo he hecho con el PNV, mi compañero Ábalos lo ha hecho con otros grupos, y Adriana Lastra, también. Estamos haciendo nuestro trabajo”, dijo. La portavoz Celaá hizo un llamamiento “a todas las fuerzas del hemiciclo”, cuando se le preguntó por el voto de ERC y Bildu. El ministro Ábalos también dijo en Telecinco que están trabajando y no habrá investidura fallida.
La primera votación tendrá lugar el martes, donde Sánchez necesita una mayoría absoluta que no tendrá. Pero 48 horas después le bastará con tener más votos a favor que en contra. PP, C’s, Vox y Navarra Suma tienen 149 escaños, a los que podrían incorporarse los dos de Coalición Canaria. Los socialistas tienen 123. Si los 42 representantes de Unidas Podemos también votaran en contra, Sánchez no tendría nada que hacer. Necesita que la filas de Iglesias, al menos, se abstengan. Hoy mismo acaba el plazo de la consulta a la militancia y, cuando se anuncie el resultado, es previsible que se genere un nuevo clima de enfrentamiento y presión a Sánchez para que acceda a que Iglesias sea su ministro, lo que no va a facilitar que se rebaje el tono y se consideren posiciones no obstaculizadoras como la abstención. Todo parece indicar que el pulso se alargará hasta septiembre, y ayer mismo los comunes avanzaron que, por ahora, se inclinan por votar en contra.
Pero, en el caso de que la sangre no llegara al río y hubiera abstención, Sánchez tendría que completar la suma buscando votos a favor. ERC tiene 15 escaños (los cuatro de EH Bildu compartirán su sentido de voto), JxCat cuenta con siete, el PNV tiene seis, los cántabros tienen uno, y Compromís cuenta con otro. También debe tener en cuenta que hay cuatro diputados catalanes suspendidos por estar en la cárcel, si bien el de ERC, Oriol Junqueras, podría retirarse. Sánchez ya tiene el pacto con los cántabros, y ha encarrilado uno con Joan Baldoví, de Compromís, que quiere ver hoy el documento antes de confirmarlo.
JxCat vuelve a las posiciones maximalistas que entierran esta vía. Ayer se conoció una carta abierta del president Quim Torra a Sánchez, en La Vanguardia, en la que apuesta por “votar no” a la investidura a menos que “vuelva a la mesa del diálogo” y “haga una propuesta para dar voz al pueblo de Catalunya”, en alusión al referéndum. Los presos Jordi Sànchez, Jordi Turull y Josep Rull habían apostado unas semanas antes por facilitar su proclamación. Con esta división, parece evidente que el voto a favor no es una opción. Únicamente bastaría con la abstención de JxCat si Coalición Canaria no votara en contra, y si ERC reemplazara a Junqueras por alguien que pueda votar. ERC ha asumido una posición pragmática y no quiere arrojar gasolina. Pero ayer dio a entender que solo hará lo estrictamente necesario para evitar el bloqueo, en referencia a una abstención, mientras que ve “muy, muy, muy remota” la opción del voto a favor.
el pnv Fuentes del PNV, por su parte, reiteran que han descartado el voto en contra, pero les parece difícil pasar de la abstención al voto a favor sin una negociación y sin compromisos de por medio. No descartan ninguna opción, aunque por ahora quieren ser actores secundarios en esta ceremonia de la confusión.
Derecha. PP (66), C’s (57) y Vox (24) tienen 147 escaños, a los que hay que añadir los dos de Navarra Suma. Potencialmente, podrían sumarse los dos de Coalición Canaria hasta elevar los rechazos a Sánchez a 151 votos.
PSOE. Sus 123 escaños no bastan para investirlo en segunda votación por mayoría simple.
Resto de grupos. ERC tiene 15 escaños y JxCat tiene siete (sin restar los suspendidos), el PNV cuenta con seis, y EH Bildu tiene cuatro representantes que votarán lo mismo que ERC. Sánchez cerró hace semanas un acuerdo con el Partido Regionalista de Cantabria, y ha encarrilado otro con Compromís. Esos dos pactos suman dos escaños más.
Unidas Podemos. 42 actas.
Abstención de Podemos y apoyo nacionalista. El PSOE desliza que está buscando el aval del PNV y los catalanes. Pero necesita que Iglesias se abstenga.