barcelona - El presidente de la Generalitat, Quim Torra, y el conseller de Acción Exterior, Alfred Bosch, enviarán una carta a “eurodiputados y cancillerías europeas e internacionales” acusando al Gobierno español de haber espiado a delegaciones de la Generalitat en el extranjero.
Así lo anunció ayer la Generalitat en un comunicado, después de que haya trascendido que el Ejecutivo de Pedro Sánchez dispone de información reservada sobre la actividad de tres delegaciones de la Generalitat, según la información que la Abogacía del Estado ha incorporado a la causa del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) para su cierre -que solicita el Ministerio de Exteriores-.
En la carta, la Generalitat tiene previsto exponer “la preocupación y denuncia de este caso”, que considera que se trata de un claro espionaje político y de un escándalo mayúsculo que merecería la dimisión o el cese inmediato del ministro de Asuntos Exteriores, Josep Borrell, que próximamente ocupará la jefatura de la diplomacia de la UE.
“El espionaje político, la persecución de las opiniones y las ideologías no deberían tener lugar en una democracia europea”, expone el Govern en un comunicado, que insiste en que el Estado está protagonizando una deriva represiva contra Cataluña.
Asimismo, la Generalitat considera que este caso es “un nuevo ejemplo de las formas autoritarias de un ministro que ahora quiere ser el máximo responsable de la diplomacia y la seguridad común europea”.
Más allá de enviar esta carta, el Govern también ha acordado presentar las “alegaciones pertinentes” contra la petición de medidas cautelares que ha hecho el Gobierno español para frenar las actividades de las delegaciones de la Generalitat en Berlín, Ginebra y Londres.
“El Govern quiere mostrar su apoyo absoluto a los delegados afectados por el espionaje de Borrell y hace extensivo este apoyo y solidaridad al resto de afectados (diputados, gobernantes, periodistas y ciudadanos europeos)”, concluye la Generalitat. - E.P.