Madrid - La Policía Nacional ha abierto un expediente disciplinario a Sergio Ríos, el que fuera chófer del extesorero del PP Luis Bárcenas, después de que ayer se acogiera a su derecho a no declarar ante el juez de la Audiencia Nacional Diego de Egea por la operación Kitchen. De Egea le investiga en el marco del caso Tándem en una pieza separada, la llamada operación Kitchen, diseñada supuestamente por el Ministerio del Interior en 2013 para sustraer documentos al extesorero del PP con ayuda de Ríos. El magistrado citó al exchófer el pasado viernes a petición de la Fiscalía Anticorrupción imputado de delitos de robo o hurto, prevaricación y malversación de caudales públicos. Ríos, que fue citado en condición de investigado, llegó ayer poco antes de las 10.00 horas a la sede de la Audiencia Nacional y entró y salió del edificio protegido por un casco de moto.
El que fuera chófer de Bárcenas también ha sido citado el próximo día 18 en la Comisión de Investigación sobre la financiación del PP del Congreso para que de su versión sobre la operación Kitchen. Ríos, que en la época en que ocurrieron los hechos no era policía y por tanto no está sujeto a la ley de secretos oficiales, actuó supuestamente en esta operación como confidente de la Policía para presuntamente robar a Bárcenas documentos comprometedores para el PP.
La operación la habría puesto en marcha en 2013 el Ministerio del Interior de Jorge Fernández Díaz con la ayuda del excomisario Villarejo y supuestamente se financió con fondos reservados, de donde habrían salido los 48.000 euros que pudo cobrar el chófer a cambio de robar los documentos. De hecho, Interior ha informado a la Audiencia Nacional de que se han hallado evidencias de que en Kitchen participaron policías y confidentes, algunos pagados con fondos reservados. “De los indicios recopilados hasta el momento, se conoce que en dicha operación han participado funcionarios adscritos a la sazón (años 2013 a 2015 aproximadamente) a la Dirección Adjunta Operativa del CNP así como a la Comisaría General de Información, existiendo la constancia de colaboradores o informadores, alguno de los cuales recibía una remuneración periódica a cambio de la información facilitada”, indicó Interior.
El juez del caso Villarejo, Diego de Egea, comunicó al presidente de la Audiencia Nacional, José Ramón Navarro, su renuncia a seguir en este tribunal por motivos personales, lo que implicará un cambio en el juez que investiga la causa que afecta al excomisario. De esta manera, a partir del 1 de enero de 2019 De Egea volverá a su puesto en la Audiencia de Madrid (tribunal que se postuló a presidir sin éxito) y del caso Villarejo se encargará el titular del juzgado de la Audiencia Nacional, Manuel García Castellón, que lleva otros casos de corrupción como Púnica y Lezo. El juez dejará así la instrucción del caso por el que Villarejo permanece en prisión desde hace más de un año, con al menos ocho piezas abiertas y tras discrepar con la Fiscalía Anticorrupción en buena parte de sus decisiones.
La renuncia de De Egea implica la ralentización de las investigaciones abiertas, que ahora deberá asumir García Castellón o un nuevo juez de refuerzo, pero al tiempo puede abrir un nuevo clima de más entendimiento con los fiscales. En los últimos meses, la Fiscalía se ha opuesto (en ocasiones con escritos muy críticos) a decisiones del juez como el archivo de dos piezas del caso, la desimputación del comisario Carlos Salamanca, la puesta en libertad del comisario Enrique García Castaño o el levantamiento del secreto sumarial. Los fiscales han acusado al magistrado de obviar “palmariamente” datos de interés para la investigación y de archivar piezas de modo “prematuro e intempestivo”. - Efe/E.P.