barcelona - Las fuerzas soberanistas reivindicaron una “vía catalana” pacífica hacia la independencia, matizando así el llamamiento del presidente de la Generalitat, Quim Torra, a abrazar el ejemplo de Eslovenia. El pasado sábado, Torra llamó a los catalanes a emular la vía eslovena hacia la independencia al afirmar: “Los eslovenos decidieron tirar adelante con todas las consecuencias. Hagamos como ellos y estemos dispuestos a todo para vivir libres”. Ayer, los pronunciamientos desde las filas independentistas evitaron repetir el llamamiento de Torra, se ahorraron toda comparación con el caso esloveno e hicieron hincapié en el carácter “pacífico y cívico” del soberanismo catalán.
Frente a quienes recordaron a Torra las decenas de muertos que se cobró el proceso de independencia de Eslovenia, a raíz de los choques con el Ejército federal yugoslavo, ayer el portavoz adjunto de JxCat, Eduard Pujol, reivindicó la “vía pacífica” del independentismo catalán. “No violencia, pacifismo, civismo: esta es la receta de la vía catalana. No a la violencia en ninguna circunstancia”, recalcó.
El PDeCAT alegó que se había malinterpretado las palabras del president y remarcó que la vía del independentismo catalán es “pacífica y democrática”. El presidente del PDeCAT, David Bonvehí, recordó que Torra efectuó esas declaraciones tras un viaje oficial a Eslovenia y e insistió en que el presidente catalán “es una persona profundamente pacífica y democrática”.
Más taxativa fue la portavoz de ERC, Marta Vilalta, que marcó distancias y reivindicó una “vía catalana” hacia la independencia, que sea “democrática, pacífica y cívica”, y pidió “no comparar con otros países porque el contexto es diferente”, si bien admitió que le gusta el camino que siguió Escocia, que logró el referéndum de autodeterminación gracias al acuerdo con el gobierno británico de David Cameron. El exconseller Antoni Comín, desde Bélgica, dijo que Catalunya no seguirá la vía eslovena para conseguir la independencia: “Ni ha pasado, ni queremos que pase, ni pasará nunca”. También se desmarcó del llamamiento de Torra el presidente del Parlament, Roger Torrent, que evitó avalar la vía eslovena y advirtió de que la vía que defiende ERC es la “escocesa”, al ser “la correcta y la que nos hará ganar”.
Desde el Gobierno, arreciaron las críticas a Torra por invocar el caso esloveno: “Ni Catalunya es Eslovenia, ni España es Serbia”, remarcó la portavoz del Ejecutivo, Isabel Celaá. El ministro de Asuntos Exteriores, Josep Borrell, reprochó a Torra el uso de “un lenguaje que parece que esté llamando a una insurrección” y consideró “una grave irresponsabilidad” apelar a una “solución violenta”.
El PSC ha pedido la comparecencia en el Parlament del presidente catalán, para que informe sobre su reivindicación de la vía eslovena y de las “acciones de boicot que alienta”, en alusión a las protestas anunciadas para el 21-D en Barcelona contra el Gobierno. - DNA