barcelona - Sigue coleando la actuación de los Mossos d’Esquadra el pasado jueves en Girona y Terrassa contra manifestantes encapuchados de los Comités de Defensa de la República (CDR) que dejaron un saldo de dos detenidos, ya en libertad, y varios heridos entre manifestantes y agentes antidisturbios. El expresident de la Generalitat Artur Mas salió ayer en defensa de la Policía catalana después de que la víspera el president Quim Torra urgiera al conseller de Interior a tomar medidas contra los agentes que pudieron excederse en la batalla campal y revisara los protocolos. Mas censuró estas intenciones y recordó al actual inquilino del Palau que cualquier revisión debe hacerse “con criterios policiales, no políticos”. No fue el único recado que le dejó a su sucesor, ya que también le recordó que no le corresponde pedir a los CDR que “aprieten”, en referencia a las palabras de Torra el pasado 1 de octubre animándolos a seguir movilizándose.
Mas lo dijo suavemente pero es una reconvención en toda regla que intenta calmar las aguas por el malestar interno dentro de los Mossos después de haber sido colocados en el ojo del huracán por sus propios jefes políticos en una contundente y cuestionada actuación en la que terminaron heridos una veintena de agentes, además de varios manifestantes. Además, hubo dos detenidos, ya en libertad.
Sus palabras intentan ser un bálsamo para un cuerpo policial que, tal y como recordó en una entrevista en Catalunya Ràdio, “es la misma policía que hace un año y poco fue reconocida y aplaudida internacionalmente por haber actuado de la manera que actuó después del atentado terrorista del 17 de agosto de 2017”, en referencia a los atentados yihadistas en Barcelona y Cambrils que provocaron la muerte de diecisiete personas. Los principales sindicatos de los Mossos no tardaron en criticar las palabras de Torra, al que reprocharon haberlos puesto en el “foco”, en lugar de haberlo hecho con los encapuchados que provocaron los disturbios.
También pidieron la dimisión del conseller de Interior, Miquel Buch, que atendiendo la demanda de Torra deberá tomar medidas sobre los Mossos antes del próximo martes, de lo contrario lo hará el propio president, tal y como lo avanzó desde Eslovenia, donde le pilló el incidente durante un viaje oficial a aquel país. Mas rechazó que el máximo responsable político de la Policía catalana deba abandonar el cargo y calificó de “inoportuno y partidista” pedir su dimisión.
El exlíder de CDC y del PDeCAT recordó a Torra que el Govern no debe tener dominado a este cuerpo policial (“es el cuerpo el que debe actuar con criterios profesionales, dentro de unas normas”), precisando que, si alguien se salta las normas o el protocolo, entonces sí se debe actuar de manera disciplinaria. Pero insistió en la idea de que “una cosa son las normas internas, y otra cosa muy diferente es si los Mossos tienen que estar bajo control ideológico”, lo que a su juicio sería un error.
Las movilizaciones de los CDR también son cuestionadas desde algunos sectores de Catalunya e incluso del propio independentismo. Entre otras cosas porque alientan discursos como los de PP y Ciudadanos que los equiparan ante la opinión pública española con lo que fue la kale borroka en Euskadi.
Mas considera que los CDR pueden salir a la calle de muchas maneras y rechaza que “deban quedarse en casa”. En este sentido se definió como “un gran defensor de los movimientos populares”, aunque rechazó que los dirigentes políticos deban animarlos. A modo de enmienda a lo que dijo Torra, el expresident recordó que “no es función de los políticos pedir a los CDR apretar o no”. Según aclaró, él no se habría pronunciado como lo hizo el president en octubre.
El líder del PP, Pablo Casado, emplazó al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, a que aplique el artículo 155 de la Constitución en Catalunya porque, con los disturbios de los últimos días, esta comunidad se ha convertido en “un campo de batalla para la kale borroka” y su política se ha “batasunizado”.
Así lo exigió ayer durante un mitin en Murcia, en el que presentó a los candidatos del partido para las elecciones locales y autonómicas de mayo en la región, y en el que recalcó que en Catalunya “se le ha ido de las manos al Gobierno” de Sánchez y que ya ni siquiera la Generalitat “controla” a los CDR a los que ha venido alentando el propio Torra.