MADRID - PP y Ciudadanos han comenzado ya a jugar su partida de ajedrez para sumar la mayoría necesaria para acceder la presidencia del Gobierno de Andalucía. Para ello tienen que desbancar a la todavía presidenta de la Junta y candidata del PSOE a repetir en el cargo. Pese a su batacazo en las urnas, Susana Díaz sigue siendo la cabeza de lista más votada con cierta ventaja sobre populares y naranjas, segunda y tercera fuerza en los comicios del pasado domingo. Pero un frente de derechas entre ambas formaciones e incorporando a la emergente Vox, que no le hace ascos a esta opción, daría al traste con la ambición de la baronesa socialista de volver a gobernar. Pablo Casado está decidido a pactar con la formación de la ultraderecha para sumar sus 12 diputados a los 26 logrados por el PP para que Juanma Moreno pueda ser presidenta de la Junta.
Casado ya ha empezado a asear la imagen de Vox como partido de ultraderecha para que no puede reprochársele su alianza con un partido con label constitucional y con dificultades para ser presentado como una organización de inspiración y objetivos democráticos. El líder del PP no ve riesgo en pactar con Vox partido que, a su juicio, no está situado en la radicalidad política, donde, a su juicio, sí está Podemos. A quienes alertan de una alianza con la fuerza de extrema derecha, Casado respondió criticando el “cinismo” de la izquierda y su “superioridad moral” para decidir quién es o no es radical, porque en su opinión es la formación que lidera Pablo Iglesias, y no Vox, el “partido más radical” y “peligroso”, que entre otras cosas “ha defendido la historia criminal” de ETA.
La línea roja en la negociación con Vox, subrayó Juanma Moreno, es la Constitución, mientras que Casado aseguró que no piensa “tocar” la Carta Magna ni aceptar en ningún caso la supresión de las comunidades autónomas que defiende esa formación. Pero sí puso de nuevo en valor las cosas que PP y Vox tienen en común, entre las que citó la defensa de la unidad de España o de las fronteras ante la inmigración irregular, así como la bajada de impuestos, la lucha contra la corrupción o la mejora de los servicios sociales.
En la dirección nacional del PP no quieren colocar a Vox en la extrema derecha política como están otros partidos europeos y rechazan de pleno que se les compare con Alternativa para Alemania, que, según señalan, “contemporiza con el nazismo”.
Además, en Génova consideran que la campaña de Casado no solo ha conseguido “parar la sangría” que podría haber sufrido el partido, sino que además ha frenado un mayor avance de Vox, gracias a su discurso contundente en materias como la inmigración, las competencias en educación o la lucha contra el separatismo catalán.
ciudadanos también lo intenta Los mensajes más duros de Casado y Moreno estuvieron dirigidos a Ciudadanos por pretender que su candidato, Juan Marín, se postule para la investidura en lugar de apoyar la del líder regional del PP. El presidente de los populares advirtió de que si el partido presidido por Albert Rivera intenta “algún tipo de geometría variable” para no apoyar a Juanma Moreno al frente de la Junta de Andalucía, su actuación tendrá “repercusión electoral” en el futuro.
De la misma manera, el presidente del PP andaluz señaló que “ahora toca no bloquear” y avisó que actuar con “ombliguismo” y “tacticismo” electoral lo puede pagar “caro” tanto en las municipales y autonómicas de 2019 como en las generales. A su entender, la gente “jamás le perdonaría una traición en toda regla” a la voluntad de cambio expresada en las urnas. Así se pronunciaron los dos dirigentes en una rueda de prensa conjunta en la sede estatal del partido tras la reunión del Comité Ejecutivo del PP.
Sus palabras e intención distan mucho de la de Ciudadanos, que también anuncia que batallará por hacerse con la presidencia, pese a ser la tercera fuerza tras las elecciones del domingo. El secretario general de la formación naranja, José Manuel Villegas, pidió a PSOE y PP que “no bloqueen” un gobierno “limpio, nuevo y renovado” de Ciudadanos para Andalucía y actúen con “responsabilidad”, una propuesta que “creen es la mejor” para la comunidad.
Villegas aseguró que lo van a conseguir. “Habrá dificultades pero habrá un nuevo gobierno donde no estará ni el PSOE ni Susana Díaz”, subrayó, al tiempo que no cerró la puerta a un eventual apoyo de Adelante Andalucía. El número dos de la formación que preside Rivera apeló a la “responsabilidad” del PSOE y del PP y recordó los apoyos que Ciudadanos brindó a Mariano Rajoy para presidir el gobierno español y al PSOE en Andalucía en la pasada legislatura.