madrid - La agitación en la calle que está provocando la estrategia de Ciudadanos para sacar réditos electorales no cesa y el partido que dirige Albert Rivera prefiere mirar para otro lado, como en el caso del cámara de TeleMadrid agredido anteayer en la manifestación orquestada para defender a la mujer atacada el pasado sábado, y persistir en su intento de elevar la tensión frente al independentismo. Es más, ayer la líder de la oposición en Catalunya, Inés Arrimadas, advirtió de que no aceptará que se “criminalice” a quienes retiran los lazos amarillos y que se diga que la persona que quita uno de estos símbolos de un espacio público es “quien está rompiendo la convivencia”. Lo aseveró tras presentar una queja al Defensor del Pueblo por la sensación de “desamparo e indefensión de muchísimos catalanes” ante la “intolerable” vulneración de su derechos y libertades por parte del Govern y los soberanistas.
La dirigente naranja negó que su partido se haya comportado de manera diferente ante esta agresión pero desde formaciones como el PDeCAT se aseguró que Ciudadanos fomenta enfrentamientos como el mencionado. Víctor Albert, el cámara de TeleMadrid que recibió cuatro puñetazos en la concentración, se siente “desbordado” por lo vivido después de que el incidente que sufrió protagonizara la mayoría de tertulias y vídeos de lo acontecido en el Parc de la Ciutadella que no dejan de circular por las televisiones y las redes sociales. El periodista ha dejado el tema en manos de sus abogados tras presentar la correspondiente denuncia junto a un parte de lesiones, aunque por suerte ninguno de los golpes que recibió le provocaron daños graves. De hecho, no quiere hacer muchas más declaraciones para no verse perjudicado ni por un sector ni por otro. Sostiene que “ahora lo que quiero es descansar” tras tanta tensión, en la línea de lo que anunció TeleMadrid al publicar que dejaba su trabajo para regresar a su Valencia natal.
Una mujer creyó que era un periodista de TV3 al ver que llevaba algo amarillo en su camiseta y en la cámara, y se dedicó a acosarlo mientras lo grababa. El operador trató de explicarle que él trabajaba para TeleMadrid, pero ella siguió gritando que era de TV3 y que había intentado agredirla, algo que no se ve en ningún momento. Un suceso que corrobora el guion que comentó el Govern, que el pasado domingo censuró las “denuncias falsas” de Ciudadanos para caldear el ambiente. La historia se incendió cuando una marea de personas rodeó al reportero hasta el punto que un señor mayor quiso tirarle la cámara al suelo tirando de la correa. Fue entonces cuando el operador intento apartar al hombre de mala manera, “pero sin llegar a tocarle la cara”. Aquel gesto del cámara, que según el ángulo puede interpretarse como un puñetazo al señor, provocó que la agresión hacia su persona fuera a más y recibiera varios puñetazos.
Arrimadas, lejos de ahondar en este acontecimiento y de admitir que los planes de Ciudadanos no están más que encendiendo la atmósfera en Catalunya justo cuando se trataba de generar distensión, avisó de que su formación no va a “bajar la cabeza” ni tampoco va a hacer “como muchas veces han hecho el PP y el PSOE, que es comprarles el marco mental a los nacionalistas”. También insistió en que “no puede ser” que los Mossos d’Esquadra reciban órdenes para identificar a personas que retiran lazos amarillos y no a las que ocupan espacios públicos con estos símbolos, exigiendo a la Generalitat que lo explique en el Parlament.
el pp critica a c’s Hasta el PP aprovechó para lanzar una chinita a Ciudadanos. Su líder catalán, Xavier García Albiol, le emplazó a explicar la agresión a un periodista y la “simbología nazi” en la concentración. “Puedes ser crítico con un medio de comunicación por su línea editorial, pero no se puede atacar a los periodistas. Nos parece inadmisible, sea del medio que sea; pero ahí a quien corresponde el control de la concentración es a quienes las organizan. En este caso parece que era Ciudadanos”, valoró. También hizo referencia a que en esa manifestación se “insultara e increpara” a políticos, como sucedió con la representante del PP, la portavoz en el Congreso, Dolors Montserrat, que acudió en solidaridad con la mujer agredida.
Un hecho similar ocurrió el pasado mes de noviembre en Sabadell , cuando en una protesta convocada por Societat Civil Catalana, en la que había representantes locales de PPC y Ciutadans, se increpó a los periodistas que cubrían la manifestación. Se confundió a una periodista alemana con TV3 y fue increpada. Finalmente la prensa tuvo que ser escoltada por la policía. En aquella marcha, a la que asistió Carlos Carrizosa como máximo representante de Ciutadans, hubo enfrentamientos entre grupos de ultras y la policía autonómica al fin de la marcha.
Desde otros rincones del Estado, Compromís subrayó la conveniencia de no alentar la “tensa situación” que se vive en Catalunya por la polémica de los lazos amarillos y pidió que no se retiren de las calles al considerar que se trata de una muestra de la “libertad de expresión”. “Se están viendo ciertas imágenes que preocupan bastante” y por ello el partido de Mónica Oltra llamó a “estar más calmados que nunca”.
Condena de los periodistas. Las federaciones, asociaciones y colegios de periodistas del Estado condenaron de forma unánime la agresión, que supone “una ataque a la libertad de información”. Las asociaciones de periodistas trasladaron su apoyo al cámara agredido y se solidarizaron con todos los profesionales de la comunicación que se enfrentan a situaciones de riesgo, totalmente injustificadas.