gasteiz - El PNV advirtió ayer al Ejecutivo de Pedro Sánchez de la necesidad de “readecuar” la presencia de efectivos de las Fuerzas de Seguridad del Estado (FSE) tras la disolución de ETA y el fin de su amenaza terrorista. Lo hizo el portavoz jeltzale en el Senado, Jokin Bildarratz, después de que el delegado del Gobierno español en la CAV, Jesús Loza, asegurara que la llamaba “muchísimo la atención” que los nacionalistas reclamen que las FSE abandonen Euskadi con el trabajo que, a su juicio, hacen para erradicar la delincuencia organizada. Según Bildarratz, Euskadi es “uno de los ámbitos territoriales de Europa” en que “más número de agentes de seguridad hay por persona”, de ahí la necesidad que existe, para el PNV, de reordenar la cifra de agentes

Bildarratz consideró que las actuales cifras de efectivos podían ser una situación “comprensible en los años duros que hemos vivido” durante la existencia de ETA, pero “no pueden ser en la misma proporción cuando la amenaza que hemos tenido ha desaparecido”. Al igual que este nuevo escenario puede proporcionar un cambio en la política penitenciaria con el traslado de reclusos a cárceles vascas, también en la cuantía de personas de Fuerzas de Seguridad del Estado, un asunto que, para Bildarratz es “bueno” que ambos Ejecutivos afronten. “Al igual que en la cuestión de los presos, es imprescindible el acuerdo en este tema tan sensible”, defendió el senador en una entrevista en Onda Vasca.

En este contexto, valoró que tras años viviendo en Euskadi una situación complicada, se está “saliendo del túnel”, e incidió en que uno de los objetivos del Gobierno Vasco es la convivencia y normalización, “y para desarrollarlo es imprescindible que haya acuerdo de las instituciones”. Lo cierto es que el final de ETA favoreció que desde finales de 2011 se impulsara una progresiva relajación de la presencia de efectivos del Ejército y de la Guardia Civil en los distintos acuartelamientos, evolución que en estos últimos ocho años también se constata en la Policía española. Según los últimos datos de Interior, la militarización en Euskadi se ha reducido en casi un 20% en este periodo de tiempo, algo que corrobora el Eustat (Instituto Vasco de Estadística).

La mayor reducción se produjo en lo relativo a los agentes de la Guardia Civil, que Interior había ido incrementando hasta alcanzar los 3.054 el año en el que ETA dejó su actividad armada. A partir de entonces se activó una progresiva, que no drástica, reducción de efectivos, con caídas de año en año hasta situar la cifra en 2.369 en 2017, cerca de un 24% menos que en 2011. El final de ETA también supuso un repliegue de efectivos del Ejército en la CAV, ya que desde 2011 los cuarteles tienen un 11% menos de militares. Tras alcanzar la cota más elevada en 2015, con 1.627 efectivos, en los últimos tres años la cifra se ha reducido hasta los 1.438 según consta en Interior. En cuanto a la Policía española, el descenso desde 2011 ha sido del 13,8% al pasar de 1.531 cuando la banda abandonó las armas a los poco más de 1.300 con los que cuenta el cuerpo.

A la presencia de guardias civiles, policías y militares, en Euskadi se suman paralelamente los poco menos de 8.000 ertzainas con los que cuenta la Policía autonómica, además de las diferentes policías municipales. Pero pese a las demandas de las formaciones abertzales y del propio Gobierno Vasco, tanto desde Interior como desde el Ejecutivo español se ha insistido siempre en que la “adecuación” no supondrá una reducción mucho mayor de efectivos. De ahí que Loza reflejara el pasado domingo que las FSE no dejarán Euskadi porque su labor es “enormemente importante”, demandando que se dejen al margen “agravios” y que se analice en septiembre, en una reunión, la mejora de la coordinación con la Ertzaintza.

datos del eurostat No obstante, Euskadi continúa siendo el rincón de la Unión Europea con mayor presencia policial. Más de 5.100 miembros de las FSE, a las que hay que sumar los 8.000 ertzainas y los cerca de 3.000 policías municipales. En total, 16.000 policías para un territorio con 2,1 millones de habitantes. Es decir, 750 agentes por cada 100.000 personas, lo que supone un ratio de 6,9 efectivos por cada mil habitantes. Ese número, que sigue ajeno a los cambios producidos tras el fin de la violencia de ETA, erige a este territorio en un lugar altamente militarizado. Lo confirman los datos procedentes del Eurostat (Oficina Europea de Estadística) a inicios de 2018, donde se señala que el Estado del continente europeo con más policías por cada mil habitantes es Montenegro, con 6,4. Ese número baja hasta el 3,7 en Bélgica y a un 3,5 en la vecina Francia. Otro apunte significativo: en el conjunto del Estado español hay 5,3 policías por cada mil personas, lo que sitúa a Euskadi bastante por encima de la media estatal y muy a la cabeza de Europa.

El Gobierno Vasco nunca ha escondido la capacidad de la Ertzaintza por convertirse en un cuerpo integral, capacitado para asumir nuevas competencias y de hacer lo que la Guardia Civil y Policía española en una readecuación de los efectivos de estos últimos dos cuerpos policiales. Asimismo, durante 2017 se mantuvieron activos los controles antiterroristas por parte de sus agentes, aunque el Gobierno español no proporcionó cifras.

Los últimos datos disponibles se remontan a 2016, cuando se realizaron 1.754 controles en las carreteras vascas. En este sentido, las formaciones soberanistas censuraron que las FSE “siguen realizando controles e identificaciones sin justificación alguna”, al tiempo que reclamaron que “el pasado no sea utilizado como excusa para mantener la presencia desmedida” de ambos cuerpos en Euskadi. Pero desde Madrid se amparan en que las FSE sirven para combatir la delincuencia organizada, como las mafias, el terrorismo internacional, el narcotráfico, en materia de extranjería, puertos y aeropuertos, o la expedición del DNI y pasaportes.