MADRID - El debate feminista tomó ayer protagonismo en la campaña interna del PP para designar al sucesor de Rajoy al frente del partido. Sáenz de Santamaría aseguró que el 63 % de los afiliados de su partido quiere que gane una mujer, porque apoyaron una candidatura femenina en la primera vuelta, e insistió en una lista de integración en torno a la suya porque los afiliados la piden.

En una entrevista en Antena 3, lamentó la fotografía que se produjo el pasado mes de febrero con el exvicepresidente de la Generalitat, Oriol Junqueras, en la que él tiene las manos sobre sus hombros. “Yo no sé que tengo que a muchos hombres les da la manía de ponerme las manos en los hombros”, reprochó Santamaría, quien, en referencia a este mismo gesto por parte del ex dirigente de Podemos Juan Carlos Monedero cuando triunfó la moción de censura, aseguró que fue “muy machista y muy desagradable”.

Por su parte, Pablo Casado aseguró en esRadio que si tiene que haber una presidenta del Gobierno será por ser “buena”, no por ser mujer. A su entender, si el PP “al final compra que el género” es un “plus”, no estará haciendo “honor” a sus principios. Casado afirmó que escucha “mucho” que una mujer “tiene que ser presidenta del Gobierno”. “Si al final compramos que el género es un hándicap o es un plus, no estamos haciendo honor a lo que son nuestros principios y la igualdad de oportunidades”, señaló.

Tras recordar que el PP fue el primero en nombrar presidenta del Congreso y del Senado, señaló que esas mujeres han ocupado puestos importantes por ser buenas profesionales, no por ser mujer. “Si tiene que haber una presidenta del Gobierno será porque es muy buena”, señaló, para añadir: “No creo que a otros candidatos les hayan nombrado ministros o vicepresidenta del Gobierno por ser de un género determinado”. Además, criticó la “ideología de genero” en la que se basa el Ejecutivo de Sánchez, en línea con lo que en su día hizo Rodríguez Zapatero con la ley de violencia de género. “No estoy en contra de haya un impulso contra la violencia de género, en el ámbito educativo, judicial y social, pero sí a que nos dividan en base a nuestras características”, indicó. - E.P.