MADRID - El soberanismo catalán otorga una oportunidad a Pedro Sánchez, más por demérito de Mariano Rajoy que por las intenciones mostradas en los últimos meses por el líder del PSOE, que ayer viró para apostar por un escenario diferente respecto a Catalunya, donde el 155 quede desterrado y, quién sabe, pueda enmendarse la situación judicial de los políticos presos y exiliados. De ahí el voto afirmativo a la moción de censura por parte del PDeCAT y ERC. “Gestos que van en la dirección correcta”. Bajo esta afirmación, el portavoz postconvergente en el Congreso, Carles Campuzano, validó el apoyo de su formación dando “todo su valor” al reconocimiento que hizo el secretario general del PSOE de que en Catalunya “estamos ante un problema político”. Atrás quedan los días en que Sánchez se alineaba con el Gobierno español en torno al artículo 155 de la Constitución, y es que el PDeCAT optó por quedarse con la oferta de diálogo que Sánchez trasladó a Quim Torra. Al mismo president al que hace poco más de una semana tildó de “racista”, “supremacista” y “xenófobo”. Por eso, Campuzano avisó al dirigente socialista de que, para atraerse su respaldo, deberá “convencer” a sus diputados de que el PSOE y el PP “no son lo mismo”. “Al PSOE le gusta afirmar que el PSOE y el PP no son lo mismo. Vamos a ver si son capaces de convencernos”, precisó.
En las filas catalanas pesó más el deseo de quitarse de encima a Rajoy, y es que “no tenemos ninguna razón” para sostenerlo, además de entender que no haya asumido “ninguna responsabilidad política con los escándalos de corrupción”. Por ello, Campuzano celebró que Sánchez aludiera en su intervención a emprender un diálogo con el nuevo Jefe del Govern y de aferrarse a esta vía para desterrar “la represión”, el 155, “y las querellas penales con prisiones injustas y querellas injustificadas”. Fuentes del PDeCAT desvelaron que a lo largo de la jornada de ayer recibieron “llamadas originales” de miembros del PP para que no apoyen la moción de censura presentada por el PSOE, pero garantizaron que esos contactos no influirán ya en el sentido de su voto. En las filas del PDeCAT hay “escepticismo” y “discrepancia” con Sánchez pero ven en el horizonte una “oportunidad” al reconocer a Torra como un interlocutor “válido”. “Nos toca mirar al futuro y darnos una nueva oportunidad”, recalcó Campuzano, subrayando que en Catalunya hay “mucho dolor e indignación” y que, por eso, costará “entender” el voto favorable aunque sea para desalojar al líder del PP.
el 1-O en el recuerdo “Usted, señor Sánchez, ofendió a la máxima autoridad de los catalanes, lo que es inadmisible, es corresponsable del 155 y de la regresión de los derechos y libertades en Catalunya, pero le daremos una oportunidad”, ahondó Campuzano, que matizó que “autodeterminación e independentismo son reivindicaciones legítimas”. “Rajoy optó por el choque de trenes y la violencia policial del 1-O, y eso es algo que no olvidaremos”, zanjó el portavoz del PDeCAT.
Por su parte, ERC puso en valor el diálogo ofrecido por el líder del PSOE y le pidió que éste sea “sincero”. Para el portavoz parlamentario, Joan Tardà, su partido tiene “la mirada larga” y apostó por “cualquier escenario de diálogo” que ayude a “desatascar” la crisis catalana, que solo se resuelve con “negociación”. “Menos testosterona política y más respeto al diálogo y a la democracia”, resumió el republicano. “El conflicto catalán viene de tan lejos y ha merecido tan poco respeto que nos obliga a descartar el regate corto y a plantear cuestiones a largo plazo para que en España sea posible un escenario de catarsis”, aseguró, para añadir que solo pueden existir alternativas democráticas a la resolución de conflictos porque “la vía represiva no soluciona nada”. “Nuestro sí a Sánchez es un no a Rajoy”, concretó Tardá, que consideró: “Por primera vez ya no se condena solo a unos políticos, sino a una organización política. Si no reaccionábamos, y esta moción era una forma, nada sería creíble para la ciudadanía”.
Sánchez ofreció “diálogo” a Tardá pero discrepó con él en que en España haya presos políticos y en que el poder judicial español no sea independiente. “No puedo compartir con usted que el poder judicial en España no sea independiente: creo que lo es; ni que haya presos políticos, y no lo digo yo: lo dice Amnistía Internacional”, recalcó, ante las protestas de los republicanos. El socialista le replicó que sus posiciones son “muy distantes” y “muy distintas”, pero le recordó que “no es la primera vez que ERC y el PSOE se entienden en muchas políticas y cuestiones” que les unen como “partidos de izquierdas”. Tras subrayar que el propio Tardá dijo que el independentismo no cuenta con el 51 % de los votos, Sánchez defendió que la “clave” para resolver la crisis catalana “tiene mucho que ver con superar la dinámica de bloques”.