bilbao - Los obispos de Pamplona-Tudela, Bilbao, Vitoria, Donostia y Baiona dieron ayer un paso al frente para pedir perdón por las actitudes de complicidad o ambigüedad ante ETA que han podido producirse entre el clero vasco. Los prelados emitieron ayer una declaración conjunta en la que valoraron el comunicado de la organización y señalaron que “la verdadera reconciliación solo es posible si existe un auténtico arrepentimiento y una sincera petición de perdón, además de una disposición real a reparar el mal causado en la medida de lo posible”. En relación a la Iglesia vasca, subrayaron el valor de la institución religiosa como “instrumento de paz y de justicia, de consolación y de reconciliación”, aunque se mostraron “conscientes de que también se han dado entre nosotros complicidades, ambigüedades, omisiones... por las que pedimos sinceramente perdón”. La nota la firman los prelados de las tres capitales de la comunidad autónoma, Mario Iceta, José Ignacio Munilla y Juan Carlos Elizalde; el obispo auxiliar de Iruñea, Juan Antonio Aznárez; el obispo de Baiona, Marc Aillet; y el arzobispo de Pamplona y obispo de Tutera, Francisco Pérez.
Sobre el papel del clero vasco, pusieron en valor que muchos de los miembros de la Iglesia han dado lo mejor de sí mismos a favor de la reconciliación. La Iglesia vasca ha tenido un papel relevante con sus marchas por la paz, su implicación en las labores de mediación (fue muy destacado el desempeño del obispo emérito de Donostia, Juan María Uriarte, en las negociaciones entre ETA y Aznar en 1999), y su acompañamiento de las víctimas. Sin embargo, también se han producido declaraciones y actuaciones individuales no siempre bien recibidas, como sucedió con el obispo José María Setién, con un discurso muy controvertido sobre ETA, la violencia y las víctimas.
Los obispos firmantes de la declaración dijeron ayer que las personas que conforman la Iglesia “han dado lo mejor de sí mismas en esta tarea, algunas de forma heroica”, pero “también se han dado entre nosotros complicidades, ambigüedades, omisiones por las que pedimos sinceramente perdón”. “Como seguidores de Jesús de Nazaret somos conscientes de que estamos llamados a vivir en una actitud permanente de conversión, sirviendo humildemente a la verdad y acogiendo a aquellas personas que desean emprender un camino nuevo”, sostuvieron.
Sobre el contenido del comunicado, destacaron lo que “de positivo” tiene la declaración “después de 60 años de historia de muerte y de sufrimiento”, y mostraron su deseo de que “el saludo bíblico Paz a vosotros se enraice en nuestra tierra para siempre”. Tras reiterar su solidaridad “de una forma especial” con todas las víctimas de la violencia y con sus familiares, lo hicieron “de un modo especial con aquellos cuyos atentados no han podido todavía ser esclarecidos y padecen el sufrimiento añadido de la impunidad”.
PRESOS Por otro lado, defendieron que “la deseada disolución de ETA” ofrece “nuevas posibilidades para la normalización”. Pusieron sobre la mesa la “oportunidad” de atender las peticiones de los familiares de los presos “inmersos en diversas necesidades humanitarias”, y defienden que “también es importante que el retorno de los excarcelados a sus lugares de origen se realice de forma que las víctimas del terrorismo no se sientan humilladas”. - DNA