“Los procedimientos, la legalidad, el diálogo y el consenso son tan importantes como los contenidos”. Con esta declaración de intenciones, la propuesta de bases para el nuevo Estatuto vasco formulada ayer por el PSE hace hincapié en el cumplimiento de la legalidad vigente en el Estado para que el texto no acabe bloqueado, posicionando una vez más al PSE en las antípodas del soberanismo catalán. Frente al derecho a decidir, hablan del “derecho a intervenir” de los vascos en las decisiones políticas que les incumben. Eso sí, los socialistas vascos alertan de que esa legalidad puede cambiar si progresa la reforma Constitucional que promueve el PSOE y a la que debería adaptarse el Estatuto vasco.
A lo largo del texto se incide constantemente en el respeto a las legalidades española y europea, a la solidaridad con el resto de comunidades, a la “reforma constitucional encubierta” que supuso el conocido como Plan Ibarretxe de 2004 o a la reivindicación del triple pacto del 79, entre la propia ciudadanía vasca, entre los tres territorios forales, “y entre vascos y españoles”.
En relación a los contenidos, el planteamiento del PSE proclama la adaptación a la nueva realidad de la globalización, de Internet o del marco europeo, así como un reconocimiento expreso de los derechos sociales, en la línea con lo planteado por Elkarrekin Podemos, o consagrar la igualdad de mujeres y hombres.
En cuanto al propio autogobierno, los socialistas hacen mención a la bilateralidad que proclama el PNV, acotada a “aquellas materias en las que el País Vasco tiene una competencia exclusiva singular”, como el Concierto Económico o la seguridad. Además, advierte sobre la necesidad de “determinar con claridad (en el preámbulo del Estatuto) el sujeto político y el alcance territorial al que realmente afecta ese texto”, de nuevo “en función de la legalidad vigente”. La mención implícita a Nafarroa e Iparralde se explicita cuando dice que el texto debe ser “escrupuloso” con la voluntad de los navarros, que ni bajo una presidencia nacionalista “han querido utilizar” su posibilidad de abrazar un proyecto compartido con Euskadi. En relación a Iparralde, se recuerda que por primera vez en su historia conforma un ámbito institucional propio, y por ello ve posible una colaboración “siempre que exista voluntad por ambas partes”.
Fiscalidad El PSE también plantea reconocer en el preámbulo del Estatuto la identificación de Euskadi como “nacionalidad/nación”, un término extraído directamente de la doctrina del Tribunal Constitucional. Por último, su texto aborda un “elemento central” en los sistemas democráticos, la fiscalidad. El PSE en este punto aboga por derivar al Parlamento la potestad de regular normativamente el sistema tributario, “en el ámbito que la Ley del Concierto Económico atribuye a los territorios históricos”.
Tras el debate en el seno de la Ponencia de Autogobierno, el portavoz parlamentario de la formación socialista, José Antonio Pastor, destacó la “amplísima coincidencia” existente entre los partidos, y la voluntad del PSE de buscar un “acercamiento a las posiciones de los otros grupos”; eso sí, “dentro del ordenamiento jurídico vigente”. La formación que dirige Idoia Mendia no apoyará, por tanto, “ninguna propuesta que pueda tener como resultado el bloqueo”. - Txus Díez