Junts per Catalunya recoge en su argumentario de campaña la necesidad de emplear las elecciones del 21-D para “restituir” las instituciones catalanas y a Carles Puigdemont como president, y da prioridad al diálogo con el Estado español, sin “descartar categóricamente nada”. En un documento de nueve páginas, donde se percibe la intención de esta plataforma de hacerse fuerte de cara a las urnas, la plancha del Jefe del Govern cesado, y exiliado en Bélgica, se compromete a partir del 22 de diciembre a investir a Puigdemont como president, a poner fin a la aplicación del 155 y al despliegue policial especial del 1-O, a exigir la puesta en libertad de lo que considera como “presos políticos” y la anulación de los procesos penales abiertos, así como a restituir “plenamente” las instituciones catalanas. El documento indica que solamente desde estas premisas “es posible abrir un diálogo” con el Estado para “hablar de todo” y, aunque dan prioridad a la negociación, no descartan “nada categóricamente”, sin hacer tampoco una mención explícita a la vía unilateral. En todo caso, JxCat se reafirma en el “derecho a la autodeterminación” de Catalunya, que considera que está amparado en “tratados internacionales firmados por el Estado que prevalecen sobre la misma Constitución”. Y exige al Gobierno del PP la aceptación de los resultados del 21-D, pues “un Estado europeo del siglo XXI debe reconocer los resultados de unas elecciones que él mismo ha convocado”. El texto desglosa que las elecciones del 21-D no son “normales”, porque no las convocó el president, medio Govern cesado está en prisión y la otra parte en Bélgica -todos investigados por rebelión y otros delitos-, y la Generalitat está “intervenida”, pero igualmente llama a votar en los comicios.

Junts per Catalunya argumenta que no son unas elecciones “para escoger un president porque ya tenemos uno”, Carles Puigdemont, al que definen como “el candidato del independentismo y de la democracia”, sino que deben servir para “restaurar la democracia” y para “reforzar y validar” el resultado del 1-O y de los anteriores comicios de 2015. La restitución de Puigdemont es una llamada a ERC, que apunta a ser la lista más votada, para que a pesar de ello el president no sea Oriol Junqueras ni Marta Rovira, sino el propio Puigdemont.

respuesta republicana El número 2 de ERC por Girona, Roger Torrent, respondió que su partido ya buscaría “una manera de restituir” a Puigdemont, a quien reconoció como el “president legítimo de Catalunya”, ya que ha remarcado la necesidad de “volver a legitimar” el Govern cesado. En un debate electoral en la Universidad Pompeu Fabra de Barcelona junto a dirigentes de las otras formaciones catalanas, Torrent sostuvo que “solo existe un gobierno legítimo” para ERC, que es el de “Puigdemont, el vicepresident Junqueras, y el resto de consellers”. Y añadió que, en el caso de que siga en Bruselas , “habría que dar con una fórmula de estructura política” para que el Govern pueda “tomar decisiones continuas y del día a día”, algo que considera complicado.

El documento de JxCat plantea solo dos opciones posibles: el bloque soberanista, al que define como el de “la democracia”, y el “bloque del 155”, en alusión a PPC, PSC y Ciutadans.

Festejará la Constitución en Bruselas los días 5 y 6 de diciembre. Habrá quién pueda considerarlo como una provocación pero a la plataforma españolista Sociedad Civil Catalana le resulta indiferente y tiene intención de celebrar las Constitución con actos en Bruselas, donde está exiliado Carlos Puigdemont, los días 5 y 6 de septiembre. Lo hará además horas antes de la manifestación que la ANC y Òmnium desarrollarán en la misma ciudad en defensa del president y los consellers que lo acompañaron en su huida de la justicia española hasta Bélgica.

El líder de ERC en el Ayuntamiento de Barcelona, Alfred Bosch, censuró que la prohibición de la Junta Electoral de iluminar de amarillo fuentes de la ciudad para pedir la liberación de los miembros del Govern y de Jordi Sànchez y Jordi Cuixart “roza el ridículo y es indecente”. Esta decisión llega después de otras prohibiciones, como la de impedir a TV3 referirse al president y consellers “en el exilio”.