Madrid - El fiscal general del Estado, José Manuel Maza falleció ayer en una clínica de la capital de Argentina, Buenos Aires, tras padecer una infección que posteriormente le habría afectado al riñón. Maza, de 66 años de edad y cuatro décadas de trayectoria en la Justicia hasta que en noviembre del pasado año fue designado para ocupar el más alto escalafón de la Fiscalía española, se sintió indispuesto este pasado viernes cuando participaba en la Asamblea de Ministerio Públicos Iberoamericanos, tras lo que ingresó de urgencia en un centro hospitalario. La judicatura, pero también representantes del Gobierno de Rajoy, lamentaron la muerte de Maza, al que calificaron como un hombre cuya trayectoria ha estado ligada “al servicio al Estado”.

Según fuentes de su entorno, Maza, que padecía diabetes, falleció a causa de una infección renal que se complicó y pasó a ser generalizada, informa Efe. Según estas fuentes, su estado era de cierta gravedad cuando fue llevado al hospital este pasado viernes, apenas dos días después de arribar a Argentina. Pero, en un principio, no se temía que su vida fuera a correr peligro y evolucionó favorablemente a los cuidados médicos. De hecho, participó con normalidad en algunos de los actos de la XXV Asamblea General Ordinaria de la Asociación Iberoamericana de Ministerios Públicos (AIAMP), que arrancó el pasado miércoles. No obstante, y pese a padecer fiebre, las alarmas sobre su estado de salud no saltaron hasta que no pudo asistir a una reunión que tenía concertada con el ministro de Justicia argentino, Germán Garavano. Junto a Maza se encontraba la fiscal de Cooperación Internacional, Rosana Morán, además de la esposa del fallecido fiscal general. La embajada española en Buenos Aires podría encargarse de la repatriación de su cadáver, aunque ayer aún era pronto para conocer cuando se procederá.

El ámbito judicial, pero también el político, reaccionó con rapidez ante el fallecimiento de Maza, que fue objeto de una reprobación en mayo en el Congreso por su labor al frente de la Fiscalía en la primera vez que se censuraba la actuación de la cúpula judicial del Estado -también fue reprendido el fiscal Anticorrupción, Manuel Moix, que pocos meses después dejaría su cargo- por “incumplimiento grave y reiterado de sus funciones” y por las actuaciones tendentes a favorecer y proteger a representantes del PP investigadas en causas judiciales. El primero llegó por parte del presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, y a través de las redes sociales, pero a él le siguieron los principales líderes del PSOE, Ciudadanos y Podemos. Fue el caso del secretario general de los socialistas, Pedro Sánchez, que trasladó sus condolencias “a la familia y amigos” del fallecido fiscal general del Estado; mientras el presidente del partido naranja, Albert Rivera afirmó estar “conmovido por la terrible noticia. Mi más sentido pésame y todo mi apoyo a la familia del fiscal Maza, y a sus compañeros en la Fiscalía General del Estado. DEP”. “Por muchas que hayan sido nuestras críticas al fiscal general del Estado, sentimos su muerte y respetamos su inteligencia. Nuestro más sentido pésame a sus colegas, amigos y familiares”, escribió por su parte el secretario general del partido morado, Pablo Iglesias.

“un gran jurista” Múltiples fueron también las reacciones de diferentes ministros del Gobierno español. Al titular de Justicia del Ejecutivo de Rajoy, Rafael Catalá, que confirmó el fallecimiento de Maza en Twitter, se unieron la ministra de Empleo y Seguridad Social, Fátima Báñez, quien le trasmitió su “gratitud personal por servir a España”; el ministro del Interior, Juan Ignacio Zoido, que lo calificó como “un gran jurista”; y la titular de Defensa, María Dolores de Cospedal, que subrayó que era un “gran profesional”. La presidenta del Congreso de los Diputados, Ana Pastor, por último, resaltó que fue “un entregado servidor público”. - DNA/Agencias