barcelona - La diputada de la CUP Eulàlia Reguant resumió ayer el sentir dentro de las filas de la formaciíon antisistema después de la declaración fallida de independencia asegurando que “Carles Puigdemont nos ha fallado en cómo nos ha dicho las cosas, o cómo no nos las ha dicho. Se nos había dicho que se proclamaría la independencia y que podía haber una mediación”, indicó.
Reguant, que ayer mismo presentó su renuncia para pasar a ser concejal en el Ayuntamiento de Barcelona, reconoció, además, que dentro de la CUP “el estado de ánimo es justito. Del 1 al 10, un 5”, además de constatar que” la gente no lo entiende, se le debe explicar. Nosotros tampoco lo podemos explicar porque no lo sabemos”. “El martes se hizo algo un poco extraño y lo tenemos que digerir todos”, argumentó en una entrevista en Catalunya Ràdio.
Lo cierto es que la confianza entre la CUP y Carles Puigdemont está “tocada” porque la formación antisistema considera que en su intervención ante el Parlament el presidente de la Generalitat no se ajustó a lo que habían acordado previamente. En declaraciones realizadas ayer tanto por el portavoz del Secretariado Nacional de la CUP, Quim Arrufet, como por la propia Reguant, ambos aseguraron que una hora antes de que se iniciara el pleno parlamentario, la CUP tenía el compromiso de que la hoja firmada tras el pleno, la denominada Declaración de los Representantes de Catalunya, era lo que el president Puigdemont iba a leer en su intervención.
De esta forma, tal y como se apunta en el texto, se iba a declarar la independencia de Catalunya aunque después se abriera la puerta a un periodo diálogo antes de hacerla efectiva. “Consistía principalmente en proclamar la independencia y principalmente no se proclamó. Se suspendieron sus efectos antes de proclamarla” aseguró ayer Arrufet en una entrevista en RAC1.
“La hoja firmada es lo que debería haber leído Puigdemont en el hemiciclo, de manera que lo que firmamos posteriormente era la declaración de independencia”, desveló por su parte Reguant, que recordó que al inicio de la legislatura “quedó claro” que el objetivo de la CUP era “construir una República catalana”. “¡Cuántos pasos más hemos de dar! Si no nos lo habíamos ganado ya suficientemente, el 1-O nos ganamos el derecho a proclamar la independencia”, afirmó Reguant, que, además, aseguró que les extrañó la “tranquilidad” y lo “contentos” que estaban los representantes de Catalunya Sí que es Pot. Según explicó, tuvieron la sensación de que la declaración de Puigdemont no les cogió “por sorpresa” e igualmente les llamó la atención “el poco escarnio” que hicieron en su intervención.
Arrufat insistió en que una hora antes el pleno pensaban que se iba de leer la declaración de independencia, a proclamar la república, y después se ejecutaba aunque se establecía unas semanas para el diálogo. “La hoja firmada es lo que debería haber leído Puigdemont en el hemiciclo”, de manera que “lo que firmamos ayer es la declaración de independencia” La diferencia estaba por tanto en la suspensión cautelar de la declaración de independencia con que finalmente sorprendió Puigdemont, pero no en la apertura de un proceso de diálogo que se planteó “de mutuo acuerdo con la CUP”, y que los anticapitalistas no pretendían evitar, aunque sí acotar en el tiempo.
Hasta tal punto ha llegado la desconfianza entre la CUP y Carles Puigdemont y Junts pel Sí que Eulàlia Reguant reiteró que su grupo decidirá en la reunión de sus órganos ejecutivos -el Consell Polític y el Grup d’Acció Parlamentaria- cuál es la “futura actividad política” de los diputados de la CUP en los próximos días.
El propio Arrufat adelantó tras el pleno que el Secretariat Nacional trasladará a esos órganos la posibilidad de que los diputados abandonen la actividad parlamentaria ordinaria durante esta legislatura.
Un plazo marcado De momento, la CUP ha dado un plazo de un mes para que se active la proclamación de la República de Catalunya, si bien Reguant aseguró que si el Gobierno español se decide al final a activar el artículo 155, el Parlament pondrá en marcha “inmediatamente” el proceso de secesión. Según señaló en la entrevista concedida a Catalunya Ràdio, la aplicación de este artículo constitucional sería la demostración de la “incapacidad” del Gobierno español para afrontar el diálogo pedido por Puigdemont, y, por tanto, será el momento para materializar la independencia.
En los mismos parámetros que la CUP, el portavoz de ERC en el Congreso, Joan Tardà, defendió ayer acotar a un mes el plazo para encontrar una mediación entre la Generalitat y el Estado antes de reactivar la declaración de independencia que el martes quedó en suspenso. “Encuentro muy acertado el plazo de cuatro semanas que manifiesta la CUP para explicitar posibles mediaciones”, explicó el dirigente de la formación republicana en un apunte de su cuenta de Twitter.
Asimismo, fuentes de ERC consultadas por Europa Press señalaron que el propio president Puigdemont explicó en su discurso que la suspensión de la declaración se producirá durante “semanas” en busca de esta mediación y diálogo. Así, para la formación republicana, la oportunidad para buscar un eventual acuerdo con el Gobierno español tiene que ser “un periodo corto” tras el cual, si no se producen resultados, se tiene que reactivar la hoja de ruta soberanista.