gasteiz - El Gobierno español es consciente de que hoy por hoy no puede contar con el PNV para aprobar los Presupuestos para 2018 y por ello ayer anunció, por boca del ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, que tampoco este viernes presentará su proyecto de Cuentas, ya aplazado hace una semana. Vence así el plazo legal para presentar el Presupuesto, pero eso sí, el PP se reserva la posibilidad de negociar con los partidos en los primeros meses del próximo año sin un plazo que le acogote, para aprobarlos cuando haya un acuerdo, pero con carácter retroactivo hasta el 1 de enero de 2018.
La crisis territorial en Catalunya y el referéndum del próximo domingo hacen hoy inviable recabar el apoyo de los jeltzales, que ni creen procedente sentarse a negociar en mitad de la crisis territorial que jamás ha vivido el Estado, ni aceptan hacerlo con un PP cuya respuesta ante el 1-O consideran desproporcionada. Ayer lo reiteraron explícitamente el portavoz nacionalista en el Congreso, Aitor Esteban; y la presidenta del Bizkai Buru Batzar, Itxaso Atutxa.
El PP, por su parte, confía en que la tensión en torno a Catalunya se rebaje tras el 1-O y que pueda haber margen para negociar con los jeltzales en 2018.
En todo caso, las Cuentas relevantes para el ejecutivo de Rajoy fueron las de 2017, las que trazaban la senda de la legislatura, y en ese contexto una prórroga durante todo 2018 no impediría funcionar con normalidad al Gobierno más allá del desgaste de cara a la opinión pública que supone no tener apoyos en el Congreso. En lo que toca a Euskadi, dicha prórroga no afectaría a los compromisos alcanzados este año y con continuidad en 2018, según señaló ayer el portavoz del Gobierno Vasco, Josu Erkoreka. En la misma línea se pronunció otro de los socios del PP, Nueva Canarias, cuyo presidente, Román Rodríguez, afirmó que una prórroga implicaría que también se prorrogarían los créditos.
Ahora mismo el Gobierno “no tiene seguridad en los apoyos” para sacar adelante los PGE, admitió Montoro en los pasillos del Senado, unos apoyos que, según la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría se tratará de recabar más adelante para lograr “avances que permitan vislumbrar que pueden ser aprobados con éxito”, informa Efe. El ministro de Economía, Industria y Competitividad, Luis de Guindos, se mostraba por su parte “optimista” y “convencido” de que verán la luz y permitirán salir a España del brazo correctivo de Bruselas en el procedimiento de déficit excesivo.
Ya antes de que Montoro anunciara que se guarda su proyecto en un cajón en espera de tiempos mejores, el portavoz del PP en el Congreso, Rafael Hernando deslizaba que “no es necesario marcarse una fecha, lo importante es que lleguen con acuerdo suficiente”, pese a que la Constitución fija como tope para presentar el proyecto de PGE el 30 de septiembre, informa Europa Press. De hecho, ya el año pasado los Presupuestos se aprobaron fuera de plazo debido a que Rajoy no fue elegido presidente hasta el 29 de octubre.
“Va a haber Presupuesto pero no tenemos las fechas y no queremos establecer calendario”, destacó Montoro, quien subrayó, en todo caso, que “los habrá con toda certeza”. El Ministro de Hacienda insistió en la idea de que el Gobierno “sigue negociando” para conseguir dichos apoyos porque “obviamente” es la obligación de “un Gobierno en minoría”.
llamamiento a psoe y podemos Preguntado por el ahora imprescindible apoyo del PNV, Montoro invitó al resto de fuerzas políticas, incluido el PSOE y Unidos Podemos, a que se sumen a su aprobación, ya que contendrán, entre otras cuestiones, “subidas salariales para funcionarios y oferta de empleo público”, así como una nueva financiación para las administraciones territoriales.
Dicha afirmación confirma la mala salud de una entente formada hace un año entre PNV y Partido Popular y que permitió aprobar las primeras Cuentas españolas y vascas de sus respectivas legislaturas, aunque el presidente popular vasco, Alfonso Alonso, aseguró que “no es buena noticia que se produzca una brecha en la posibilidad de diálogo” entre populares y nacionalistas.